Miqueas 6:9 - Biblia Martin Nieto

⁹ La voz del Señor grita a la ciudad: 'Escuchad, tribu y asamblea de la ciudad.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁹ La voz de Jehová clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención al castigo, y a quien lo establece.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ ¡Si son sabios, teman al Señor! Su voz llama a todos en Jerusalén: «Los ejércitos de destrucción se acercan; el Señor los envía.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ Resuena la voz de Yavé en la ciudad: Escuchen, tribus, óyeme asamblea de la ciudad.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ ¡Oh tribu, oye! La voz de YHVH clama a la ciudad: Él salvará a los que temen su Nombre, A quienes aún ha de congregar.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Oigo que Yahveh clama a la ciudad: 'Escuchad, tribu y asamblea de la ciudad:

Miqueas 6:9 Tagairtí Cros

2 Samuel 21:1

En tiempos de David hubo una gran hambre durante tres años consecutivos. David consultó al Señor, y el Señor le dijo: 'Hay sangre sobre Saúl y sobre su casa, porque él mató a los gabaonitas'.

Job 10:2

Diré a Dios: ¡No me condenes! Hazme saber de qué me acusas.

Job 23:14

Así cumplirá su designio sobre mí, como tantos otros proyectos que él alberga.

Job 5:17

¡Oh, sí, feliz el hombre que por Dios es corregido y no desperdicia la enseñanza del todopoderoso!

Salmos 107:43

El hombre inteligente tiene en cuenta todas estas cosas y sabe apreciar el amor del Señor.

Salmos 48:10

Oh Dios, nosotros revivimos tu amor en medio de tu templo;

Salmos 83:18

queden avergonzados y aterrados para siempre y perezcan con un final ignominioso,

Salmos 9:16

Los paganos cayeron en su propia trampa, su pie quedó prendido en la red que tramaron,

Proverbios 22:3

El prudente ve el mal y se esconde, el imprudente pasa y sufre el daño.

Isaías 26:11

Señor, alzada está tu mano; pero ellos no la miran. ¡Vean tu celo por tu pueblo, y se avergüencen, y el fuego preparado para tus enemigos los devore!

Isaías 27:10

Pues la ciudad fortificada ha quedado solitaria, como morada abandonada, desolada igual que un desierto; allí pasta el becerro, allí se tumba y come la maleza.

Isaías 30:27

Mirad, el nombre del Señor viene de lejos, abrasa su cólera, oprime la nube de su humo. Sus labios rebosan de furor, y su lengua es un fuego que devora.

Isaías 66:6

Oigo un tumulto que sale de la ciudad, una voz que sale del templo: Es la voz del Señor, que da su merecido a sus enemigos.

Isaías 9:13

Por eso el Señor cortó a Israel cabeza y cola, palmera y junco en sólo un día:

Jeremías 26:18

'Miqueas de Morasti, que profetizaba en tiempos de Ezequías, rey de Judá, dijo también a todo el pueblo de Judá: Esto dice el Señor todopoderoso: Sión será arada como un campo, Jerusalén se convertirá en un montón de piedras, y el monte del templo en una selva.

Jeremías 26:6

trataré a este templo como a Silo y haré de esta ciudad una maldición para todas las naciones de la tierra'.

Jeremías 47:7

¿Cómo se va a calmar si el Señor le ha dado órdenes? Contra Ascalón y la costa del mar, allí la ha destinado'.

Ezequiel 7:9

Y no tendré piedad de ti ni compasión, sino que te juzgaré responsable de tu proceder, porque tus nefastas acciones estarán manifestadas en medio de ti y sabréis que yo soy el Señor, el que hiere.

Oseas 14:9

Efraín..., ¿qué tengo yo que ver con los ídolos? Yo lo atenderé y lo protegeré. Yo soy como un pino siempre verde; de mí procede todo fruto.

Amós 2:5

prenderé fuego a Judá, que devorará los palacios de Jerusalén.

Amós 6:1

Ay de los que ponen su seguridad en Sión y de los que confían en el monte de Samaría, los que se consideran los jefes del primero de los pueblos y a los cuales viene la casa de Israel.

Miqueas 3:12

Por eso, por culpa vuestra, Sión será arada como un campo, Jerusalén se volverá un montón de ruinas, el monte del templo un cúmulo de maleza.

Miqueas 6:10

¿Es que puedo tolerar la casa del malvado con riquezas injustamente adquiridas y una medida escasa e indignante?

Miqueas 6:8

Se te ha dado a conocer, oh hombre, lo que es bueno, lo que el Señor exige de ti. Es esto: practicar la justicia, amar la misericordia y caminar humildemente con tu Dios.

Sofonías 3:2

No ha escuchado la voz, no ha aprendido la lección, no ha puesto su confianza en el Señor, no ha acudido a su Dios.

Apocalipsis 3:19

Yo reprendo y castigo a los que amo; por tanto, sé fervoroso y arrepiéntete.