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Miqueas 3:7 - Biblia Martin Nieto

7 Tales videntes quedarán avergonzados, llenos de confusión los adivinos, y todos se taparán la barba por falta de respuesta de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Y serán avergonzados los profetas, y se confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios, porque no hay respuesta de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Entonces ustedes, videntes, serán avergonzados y ustedes, adivinadores, serán deshonrados. Cubrirán sus rostros, porque no hay respuesta de Dios».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Los videntes se llenarán de vergüenza, y los adivinos, de confusión; unos y otros se taparán la cara porque Dios no les responde.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Los videntes serán avergonzados, los adivinos confundidos, Y todos ellos tendrán que cerrar la boca, Porque no habrá respuesta de ’Elohim.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Quedarán avergonzados los videntes y los adivinos confundidos. Todos ellos se taparán la boca, porque no hay respuesta de Dios.

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Miqueas 3:7
19 Tagairtí Cros  

No vemos ya nuestras banderas, ya no hay ningún profeta, y nadie sabe lo que esto durará.


Los magos no pudieron continuar delante de Moisés debido a las úlceras que aparecieron en ellos, igual que en todos los egipcios.


el que desbarata los presagios de los charlatanes y vuelve insensatos a los adivinos; el que obliga a retirarse a los sabios y reduce a necedad su saber;


Ellos han dicho: '¡Venid, tramemos un atentado contra Jeremías, pues no ha de faltar por eso del sacerdote la enseñanza, ni del sabio el consejo, ni del profeta la palabra! ¡Ea, matémosle con la lengua; no prestemos atención a ninguna de sus palabras!'.


Suspira en silencio, no hagas luto; cíñete el turbante a tu cabeza, ponte en los pies las sandalias; no te cubras la barba, no comas el pan del duelo'.


Y habéis de hacer como he hecho yo: no os cubriréis la barba, no comeréis el pan del duelo.


El leproso andará harapiento, despeinado, la cara medio tapada y gritando: ¡Impuro, impuro!


Vienen días, dice el Señor Dios, en que enviaré el hambre al país; no hambre de pan, no sed de agua, sino de oír la palabra del Señor.


Y luego clamarán al Señor, pero él no les responderá; les ocultará su rostro en aquel tiempo por los crímenes que cometieron.


Las naciones lo verán y quedarán cubiertas de vergüenza, a pesar de todo su poder; pondrán la mano en la boca, y sus oídos quedarán sordos.


En aquel día cada profeta se avergonzará de su visión mientras profetiza, y no se vestirá más con su manto de pelo para engañar.


Saúl consultó a Dios: '¿Debo bajar contra los filisteos? ¿Los pondrás en manos de Israel?'. Pero aquel día no le respondió.


Samuel dijo a Saúl: '¿Por qué has turbado mi descanso, evocándome?'. Saúl respondió: 'Estoy en gran aprieto, los filisteos me hacen la guerra y Dios se ha retirado de mí; no me responde ni por medio de los profetas ni por los sueños. Por eso te he evocado para saber qué hacer'.


Saúl consultó al Señor; pero el Señor no le respondió ni por los sueños, ni por las urim, ni por los profetas.


Antiguamente, en Israel, cuando se iba a consultar a Dios, se decía: 'Venid, vamos al vidente'; pues al que hoy se llama profeta, antes se le llamaba vidente).


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