Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Miqueas 1:2 - Biblia Martin Nieto

2 Escuchad, pueblos todos, presta oído, tierra y todo cuanto te llena; el Señor va a testificar contra vosotros, el Señor desde su santo templo.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Oíd, pueblos todos; está atenta, tierra, y cuanto hay en ti; y Jehová el Señor, el Señor desde su santo templo, sea testigo contra vosotros.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 ¡Atención! ¡Que todos los habitantes del mundo escuchen! Que oiga la tierra y todo lo que hay en ella. El Señor Soberano hace acusaciones en contra de ustedes; el Señor habla desde su santo templo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Que escuchen todos los pueblos; que ponga atención la tierra y todo lo que contiene, pues Yavé sale de su palacio santo para declarar en contra de ustedes.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡Escuchad, pueblos todos! Atiende, oh tierra, y cuanto hay en ti, Sea Adonay YHVH testigo contra vosotros, Sí, Adonay desde su santo templo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 ¡Escuchad, pueblos todos! ¡Atiende, tierra, y cuanto contienes! Sea testigo el Señor Yahveh contra vosotros, el Señor desde su santo templo.

Féach an chaibidil Cóip




Miqueas 1:2
33 Tagairtí Cros  

Miqueas repuso: 'Si vuelves sano y salvo, el Señor no ha hablado por mi boca'.


Miqueas respondió: 'si vuelves sano y salvo, el Señor no ha hablado por mi boca'.


El Señor está en su templo santo, el Señor tiene su trono en los cielos; sus ojos están fijos en el mundo, sus miradas exploran a los hombres.


Escucha mi grito suplicante cuando te pido auxilio, cuando alzo mis manos hacia tu templo santo.


Si tuviera hambre, no te lo diría, porque mío es el mundo y cuanto encierra.


'Escucha, pueblo mío, voy a hablarte; Israel, voy a declarar en contra tuya, yo, Dios, tu Dios.


'A vosotros, mortales, llamo, y mi voz se dirige a los hombres.


Escuchad, cielos; presta, tierra, oído, porque habla el Señor: He alimentado, he hecho crecer hijos, y ellos se han sublevado contra mí.


Habitantes todos del orbe, pobladores de la tierra, cuando se alce la señal en los montes, mirad; cuando suene la trompeta, escuchad.


El Señor Dios viene en mi ayuda; por eso soporto la ignominia, por eso he hecho mi rostro como pedernal y sé que no quedaré defraudado.


¡Tierra, tierra, tierra, escucha la palabra del Señor!


Porque hicieron algo que es una infamia en Israel: cometieron adulterio con mujeres de otros y pronunciaron en mi nombre palabras falsas, cosas no ordenadas por mí. Yo lo sé muy bien y soy testigo de ello -dice el Señor-'.


Ellos dijeron a Jeremías: 'Que el Señor sea testigo fidedigno y fiel contra nosotros, si no hacemos todo lo que el Señor, tu Dios, nos mande decir por medio de ti.


Escucha, tierra. He aquí que yo traigo la desgracia sobre este pueblo; es el fruto de sus rebeliones, porque no han atendido a mis palabras y han desechado mi ley.


Bajaba hasta las raíces de los montes. Yo ya me veía su eterno prisionero; pero tú, Señor, Dios mío, me salvaste de la muerte.


En la angustia de mi alma me acordé del Señor, y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo templo.


El Señor, en cambio, está en su santo templo; silencio ante él, tierra entera.


Y decís: '¿Por qué?'. Porque el Señor es testigo entre ti y la esposa de tu juventud, a la que tú fuiste infiel, siendo así que ella era tu compañera, tu elegida.


Yo vendré a juzgaros; seré testigo acusador contra los hechiceros, contra los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan al jornalero, a la viuda y al huérfano y violan el derecho del extranjero sin ningún temor de mí -dice el Señor todopoderoso-.


'Escuchad, cielos, que voy a hablar. Oye, tierra, las palabras de mi boca.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. El vencedor no será víctima de la segunda muerte.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al vencedor le daré el maná escondido y una piedra blanca, y en la piedra escribiré un nombre nuevo, que sólo conoce el que la recibe.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.


Los ancianos de Galaad le respondieron: 'Que el Señor sea testigo entre nosotros; aceptamos tu propuesta'.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí