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Mateo 22:12 - Biblia Martin Nieto

12 y le dijo: Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin tener un traje de boda? Pero él no contestó.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 “Amigo —le preguntó—, ¿cómo es que estás aquí sin ropa de bodas?”. Pero el hombre no tuvo respuesta.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Le dijo: 'Amigo, ¿cómo es que has entrado sin traje de bodas?' El hombre se quedó callado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y le dice: Amigo, ¿cómo entraste aquí sin traje de boda? Pero él enmudeció.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 y le dice: 'Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de ceremonia?' Pero él se quedó callado.

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Mateo 22:12
13 Tagairtí Cros  

el infeliz recobra la esperanza y cierra su boca la injusticia.


Los justos lo ven y se llenan de alegría y todas las injusticias enmudecen.


¿Cómo te atreves a decir: 'No estoy manchada, no he ido en pos de los ídolos?'. Mira tus huellas en el valle, reconoce lo que has hecho, camella lasciva, errante por los caminos.


Como se avergüenza un ladrón al ser sorprendido, así se avergonzarán los de la casa de Israel, ellos, sus reyes y sus jefes, sus sacerdotes y sus profetas,


Él respondió a uno de ellos: Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No convinimos en un denario?


Jesús le dijo: 'Amigo, ¡a lo que vienes!'. Entonces se acercaron a Jesús, le echaron mano y lo prendieron.


Porque yo os digo que si vuestra justicia no supera la de los maestros de la ley y la de los fariseos, no entraréis en el reino de Dios'.


Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley lo dice para los que están bajo la ley; para que toda boca enmudezca y el mundo entero se reconozca culpable ante Dios.


Así pues, nada juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el Señor, que iluminará los escondrijos de las tinieblas y pondrá de manifiesto las intenciones del corazón, y entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que merezca.


pues está pervertido y, al perseverar en su pecado, se está condenando a sí mismo.


Él guarda los pasos de sus fieles, mientras que los malvados perecerán en las tinieblas, pues no es por la fuerza como vence el hombre.


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