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Mateo 10:3 - Biblia Martin Nieto

3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago, el de Alfeo, y Tadeo;

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Biblia Reina Valera 1960

3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo (el cobrador de impuestos), Santiago (hijo de Alfeo), Tadeo,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Santiago, el hijo de Alfeo, y Tadeo;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Felipe y Bartolomé,° Tomás y Mateo el publicano, Jacobo, el de Alfeo,° y Tadeo;°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano, Santiago, el de Alfeo, y Tadeo;

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Mateo 10:3
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Si no quiere escucharles, dilo a la comunidad; y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano y publicano.


Entre ellas estaba María Magdalena, María la madre de Santiago y José, y la madre de los hijos de Zebedeo.


Al salir de allí, Jesús vio a un hombre, llamado Mateo, sentado en la oficina de los impuestos, y le dijo: 'Sígueme'. Él se levantó y lo siguió.


Había también unas mujeres mirando desde lejos. Entre ellas María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé,


Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en la oficina de los impuestos, y le dijo: 'Sígueme'. Él se levantó y lo siguió.


Andrés y Felipe; Bartolomé y Mateo; Tomás y Santiago, hijo de Alfeo; Tadeo y Simón el cananeo,


'Dos hombres fueron al templo a orar; uno era fariseo y el otro publicano.


El fariseo, de pie, hacía en su interior esta oración: Dios mío, te doy gracias porque no soy como el resto de los hombres: ladrones, injustos, adúlteros, ni como ese publicano;


El publicano, por el contrario, se quedó a distancia y no se atrevía ni a levantar sus ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: Dios mío, ten compasión de mí, que soy un pecador.


Había allí un hombre, llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico.


Después de esto, salió, vio a un publicano, llamado Leví, sentado en la oficina de los impuestos, y le dijo: 'Sígueme'.


Natanael le dijo: '¿De qué me conoces?'. Jesús le contestó: 'Antes que Felipe te llamase, te vi yo, cuando estabas debajo de la higuera'.


Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a sus compañeros: 'Vamos también nosotros a morir con él'.


Judas, no el Iscariote, sino el otro, le preguntó: 'Señor, ¿cómo es que te has de manifestar a nosotros y no al mundo?'.


Tomás le dijo: 'Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?'.


Jesús le dijo: 'Llevo tanto tiempo con vosotros, ¿y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: Muéstranos al Padre?


Estaban juntos Simón Pedro, Tomás 'el Mellizo', Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos.


Y así que entraron, subieron a la estancia de arriba, donde se alojaban habitualmente. Eran Pedro y Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo, Simón el Zelotes y Judas el de Santiago.


Pedro les hizo señas con la mano de que callasen y contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. Y añadió: 'Comunicádselo a Santiago y a los hermanos'. Luego salió y se fue a otro sitio.


Cuando ellos terminaron, intervino Santiago: 'Hermanos, escuchadme.


Al día siguiente Pablo fue con nosotros a casa de Santiago, donde se reunieron todos los presbíteros.


Y no vi a ningún otro apóstol fuera de Santiago, el hermano del Señor.


y Santiago, Pedro y Juan, que eran considerados como columnas, reconocieron que Dios me ha dado este privilegio, y nos dieron la mano a mí y a Bernabé en señal de que estaban de acuerdo en que nosotros nos dedicáramos a los paganos


Santiago, siervo de Dios y de Jesucristo el Señor, a las doce tribus dispersas por el mundo, salud.


Judas, siervo de Jesucristo, hermano de Santiago, a los elegidos y amados de Dios Padre y conservados para Jesucristo:


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