Lucas 12:32 - Biblia Martin Nieto

³² No tengáis miedo, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha decidido daros el reino.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

³² No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³² »Así que no se preocupe, pequeño rebaño. Pues al Padre le da mucha felicidad entregarles el reino.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³² No temas, pequeño rebaño, porque al Padre de ustedes le agradó darles el Reino.

La Biblia Textual 3a Edicion

³² No temáis manada pequeña,° porque vuestro Padre se complació en daros el reino.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³² No temas, pequeño rebaño; que ha tenido a bien vuestro Padre daros el reino.

Lucas 12:32 Tagairtí Cros

Isaías 40:11

Como un pastor apacienta su rebaño, en su brazo recoge a los corderos, en su seno los lleva y conduce al reposo a las paridas.

Isaías 41:14

No temas, gusanillo de Jacob, larva insignificante de Israel; ya vengo yo en tu ayuda, dice el Señor: tu redentor es el Santo de Israel.

Isaías 53:6

Todos nosotros, como ovejas, andábamos errantes; cada cual siguiendo su propio camino. Y el Señor ha hecho recaer sobre él la perversidad de todos nosotros.

Jeremías 3:19

Y yo me decía: ¿Te contaré entre mis hijos y te daré un país de delicias, la heredad más preciosa de las naciones? Yo pensaba: Me llamarás padre, y ya no te alejarás de mí.

Mateo 14:27

Jesús les dijo: 'Tranquilizaos. Soy yo, no tengáis miedo'.

Mateo 20:16

Así pues, los últimos serán los primeros, y los primeros los últimos'.

Mateo 25:34

Entonces el rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde el principio del mundo.

Mateo 7:15

'Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestido de oveja y por dentro son lobos rapaces.

Lucas 10:21

En aquel momento, lleno de gozo bajo la acción del Espíritu Santo, dijo: 'Yo te alabo, Padre, señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los hombres sabios y a los entendidos, y se las has manifestado a los sencillos. Sí, Padre, porque así has querido.

Juan 18:36

Jesús respondió: 'Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis súbditos lucharían para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi reino no es de aquí'.

Hechos 20:28

Cuidad de vosotros y de todo el rebaño del que el Espíritu Santo os ha constituido como guardianes para apacentar la Iglesia de Dios, que ha adquirido con su propia sangre.

Hechos 20:29

Yo sé que después de mi partida se introducirán entre vosotros lobos crueles, que no perdonarán al rebaño;

Romanos 6:23

Porque el salario del pecado es la muerte; pero el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.

1 Corintios 1:21

El mundo con su propia sabiduría no reconoció a Dios en la sabiduría manifestada por Dios en sus obras. Por eso Dios ha preferido salvar a los creyentes por medio de una doctrina que parece una locura.

Filipenses 2:13

pues es Dios el que obra en vosotros el querer y el obrar, según su voluntad.

2 Tesalonicenses 1:11

En este sentido pedimos sin cesar por vosotros: que nuestro Dios os haga dignos de vuestra vocación y que con su poder lleve a término todos vuestros buenos deseos y la obra de vuestra fe.

2 Tesalonicenses 1:5

Esto es una manifestación del justo juicio de Dios, para haceros así dignos de su reino, por el cual padecéis.

Hebreos 12:28

Así pues, puesto que entramos en posesión de un reino inmutable, retengamos firmemente la gracia, y por ella ofrezcamos a Dios un culto agradable con reverencia y con respeto.

Santiago 2:5

Mis queridos hermanos, escuchad. ¿No ha elegido Dios a los pobres según el mundo para ser ricos en la fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?

2 Pedro 1:11

y se os abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Apocalipsis 1:6

y nos ha hecho un reino de sacerdotes para su Dios y Padre; a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

Apocalipsis 22:5

No habrá ya noche, no tendrán ya necesidad de la luz de una lámpara ni de la del sol, porque el Señor Dios los alumbrará, y reinarán por los siglos de los siglos.