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Lucas 10:2 - Biblia Martin Nieto

2 Y les dijo: 'La mies es mucha, pero los obreros son pocos. Rogad al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Y les dio las siguientes instrucciones: «La cosecha es grande, pero los obreros son pocos. Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Les dijo: 'La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y les decía: En verdad la mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad pues al Señor de la mies, para que envíe obreros a su mies.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Y les decía: 'La mies es mucha, pero pocos los obreros; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.

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Lucas 10:2
48 Tagairtí Cros  

Entonces dijo Elías al pueblo: 'He quedado yo solo de los profetas del Señor; en cambio, los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta.


allí encontró tu pueblo una morada, la que en tu bondad, oh Dios, al pobre preparabas.


Os daré pastores según mi corazón, que os apacentarán con inteligencia y sabiduría;


¡Ay del pastor infiel que abandona las ovejas! ¡Que la espada venga sobre su brazo y sobre su ojo derecho! ¡Que su brazo se seque y que su ojo derecho quede completamente ciego!


Sus compradores las mataban sin incurrir en sanción, y sus vendedores dicen: 'Bendito sea el Señor; me voy a hacer rico'. Y sus pastores no tienen compasión de ellas.


Yo bajaré, hablaré contigo y tomaré una parte del espíritu que tú tienes y se la daré a ellos para que compartan contigo el peso de este pueblo y no lo lleves tú solo.


Moisés le respondió: '¿Tienes celos de mí? ¡Ojalá que todo el pueblo del Señor profetizara y el Señor les diera su espíritu!'.


'El reino de Dios es como un amo que salió muy de mañana a contratar obreros para su viña.


Es como un hombre que marchó de viaje y, al dejar su casa, puso todo en manos de sus siervos, señalando a cada cual su tarea, y encargó al portero que vigilase.


Y les dijo: 'Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.


Ellos se fueron a predicar por todas partes. El Señor cooperaba con ellos y confirmaba su doctrina con los prodigios que los acompañaban.


Reunió a los doce, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y de curar enfermedades,


Los que se habían dispersado a causa de la persecución ocurrida con ocasión de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, predicando sólo a los judíos.


Mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: 'Separadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado'.


Con esta misión del Espíritu Santo fueron a Seleucia, desde donde se embarcaron hacia Chipre.


Cuidad de vosotros y de todo el rebaño del que el Espíritu Santo os ha constituido como guardianes para apacentar la Iglesia de Dios, que ha adquirido con su propia sangre.


Y me dijo: Ponte en camino, que te voy a enviar a pueblos más lejanos'.


Los que tuvieron que salir huyendo fueron por todas partes anunciando la palabra.


Y así Dios ha puesto en la Iglesia en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas; en tercero, a los maestros; luego, los que tienen el poder de hacer milagros; después, los que tienen el don de curar, de asistir a los necesitados, de gobernar, de hablar lenguas extrañas.


Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia de Dios no ha sido estéril en mí; pues he trabajado más que los demás; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.


Siendo, pues, colaboradores, os exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios.


pues todos buscan sus intereses personales, no los de Jesucristo.


Entre tanto he juzgado necesario enviaros a Epafrodito, nuestro hermano, colaborador y compañero de fatigas, el que vosotros me enviasteis con el encargo de socorrerme en mis necesidades,


que por la obra de Cristo estuvo a punto de morir poniendo en peligro su vida para proporcionarme en vuestra ausencia los servicios que vosotros no me podíais prestar.


con miras a lo cual me fatigo y lucho apoyado en la fuerza de Cristo, que obra poderosamente en mí.


Os saluda Epafras, vuestro compatriota, siervo de Jesucristo, que continuamente se esfuerza suplicando por vosotros, para que os mantengáis firmes y totalmente sometidos a la voluntad de Dios.


Hermanos, recordad nuestros trabajos y fatigas; cómo trabajábamos día y noche para no ser gravosos a ninguno de vosotros mientras os anunciábamos el evangelio de Dios.


Hermanos, os pedimos que tengáis consideración con los que trabajan entre vosotros y en el nombre del Señor os dirigen y amonestan.


En fin, hermanos, rogad por nosotros, para que la palabra del Señor siga difundiéndose y sea estimada, como lo es entre vosotros,


Por esto nos esforzamos y luchamos, porque tenemos puesta nuestra esperanza en Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, sobre todo de los creyentes.


Pero tú estate siempre alerta, soporta con paciencia los sufrimientos, predica el evangelio, cumple bien con tu trabajo.


Pablo, preso por Cristo Jesús, y el hermano Timoteo, a Filemón, amigo querido y colaborador nuestro;


Cristo, por el contrario, lo ha sido en calidad de Hijo, al frente de su casa. Y su casa somos nosotros, con tal que permanezcamos inquebrantables hasta el fin, confesando valientemente nuestra fe y confiados en la esperanza que tenemos.


Escribe al ángel de la Iglesia de Éfeso: Esto es lo que dice el que tiene las siete estrellas, el que camina en medio de los siete candelabros de oro.


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