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Jueces 7:20 - Biblia Martin Nieto

20 Entonces los tres bandos tocaron las trompetas y rompieron los cántaros; con la mano izquierda agarraron las teas encendidas y con la derecha las trompetas para tocarlas, y gritaron: '¡Por el Señor y por Gedeón!'.

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Biblia Reina Valera 1960

20 Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda las teas, y en la derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron: ¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Enseguida los tres grupos tocaron juntos los cuernos y rompieron las vasijas. Con la mano izquierda sostenían la antorcha ardiente, y en la mano derecha llevaban el cuerno, y todos gritaban: «¡Una espada por el Señor y también por Gedeón!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Inmediatamente los tres grupos tocaron el cuerno y rompieron los cántaros. Tomaron las antorchas con la mano izquierda sin dejar de tocar el cuerno que sostenían en la mano derecha, y gritaban: '¡Espada para Yavé y Gedeón!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Entonces, los tres escuadrones hicieron resonar los shofar, quebraron los cántaros, y tomando con su mano izquierda las antorchas y con su diestra el shofar para hacerlo resonar, clamaron: ¡Espada de YHVH y de Gedeón!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Los tres grupos hicieron sonar las trompetas y rompieron los cántaros; y tomando las teas con la mano izquierda y las trompetas con la derecha, las hacían sonar y gritaban: '¡La espada, por Yahveh y por Gedeón!'.

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Jueces 7:20
14 Tagairtí Cros  

Aquel día se tocará la gran trompeta, y vendrán los perdidos en el país de Asiria y los dispersos en el país de Egipto; a adorar al Señor en el monte santo, en Jerusalén.


¡Oh espada del Señor!, ¿nunca descansarás? ¡Vuelve a tu vaina, detente, cálmate!


En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, al son de la última trompeta, pues sonará la trompeta, los muertos resucitarán incorruptos, y nosotros seremos transformados.


Pero llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que aparezca claro que esta pujanza extraordinaria viene de Dios y no de nosotros.


Porque el Señor mismo, a la señal dada por la voz del arcángel y al son de la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los muertos unidos a Cristo resucitarán los primeros.


Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más perfecto que el de Caín; por ella fue proclamado justo, dando el mismo Dios testimonio en favor de sus dones, y por ella, aunque muerto, sigue hablando.


A la séptima vuelta, mientras los sacerdotes tocaban las trompetas, Josué dijo al pueblo: 'Dad el grito de guerra, porque el Señor os ha entregado la ciudad'.


El pueblo gritó, y las trompetas sonaron. Cuando el pueblo oyó el sonido de las trompetas, se puso a gritar con todas sus fuerzas, y las murallas de la ciudad se derrumbaron; entonces el pueblo se lanzó al asalto, cada uno de frente, y la tomaron.


Siete sacerdotes llevarán siete trompetas delante del arca. El día séptimo daréis siete vueltas, y los sacerdotes tocarán las trompetas.


Pero me esforzaré para que en todo tiempo, después de mi partida, podáis tener presentes estas cosas.


Gedeón y los que estaban con él llegaron a los límites del campamento a medianoche cuando acababan de relevarse los centinelas, tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que llevaban en la mano.


Ellos quedaron cada uno en su puesto alrededor del campamento, y todo el campamento se puso a correr, a gritar y a huir.


Al día siguiente Saúl dividió al pueblo en tres cuerpos, que penetraron en el campamento antes del amanecer y estuvieron matando amonitas hasta el mediodía. Los supervivientes se dispersaron, hasta el punto de no quedar dos juntos.


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