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Jueces 19:16 - Biblia Martin Nieto

16 En esto llegó un anciano, que venía de trabajar del campo. Era un hombre de la montaña de Efraín, que vivía en Guibeá; las gentes del lugar eran benjaminitas.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Y he aquí un hombre viejo que venía de su trabajo del campo al anochecer, el cual era del monte de Efraín, y moraba como forastero en Gabaa; pero los moradores de aquel lugar eran hijos de Benjamín.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Esa noche un anciano regresaba a su hogar después del trabajo en los campos. Era de la zona montañosa de Efraín, pero vivía en Guibeá, donde la gente era de la tribu de Benjamín.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Un anciano volvía al final de la jornada de su trabajo en el campo. Ese hombre era de la montaña de Efraín, pero vivía en Guibea cuyos habitantes pertenecían a la tribu de Benjamín.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Y he aquí que un anciano volvía al anochecer de su faena en el campo. El hombre era de la serranía de Efraín y se albergaba en Gabaa, pero las gentes del lugar eran benjamitas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 En esto, llegó un anciano que, al atardecer, venía de sus faenas del campo; era de la montaña de Efraín y residió como forastero en Guibeá; pues las gentes del lugar eran benjaminitas.

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Jueces 19:16
16 Tagairtí Cros  

Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado; porque polvo eres y en polvo te has de convertir'.


entonces sale el hombre a su trabajo, y está trabajando hasta la tarde.


Comerás del trabajo de tus manos, serás feliz y todo te irá bien.


Riqueza adquirida de prisa se desvanece, pero el que la reúne poco a poco la aumenta.


Todo trabajo da fruto, pero la charlatanería lleva sólo a la miseria.


Ordena tus asuntos de fuera, cultiva diligentemente tu campo y luego edifica tu casa.


Y consagré mi corazón a investigar y a observar con sabiduría todo lo que se hace bajo los cielos. Es ésta una penosa ocupación, que Dios ha dado a los hijos del hombre para que trabajen en ella.


Hay un mal doloroso, que he visto bajo el sol: riquezas guardadas por su dueño para su desgracia.


Están profundamente corrompidos, como en los días de Guibeá; pero el Señor recordará su crimen y castigará sus pecados.


El que robaba, que ya no robe más y que se ponga a trabajar honradamente con sus propias manos para tener con qué ayudar a los necesitados.


En efecto, cuando todavía estábamos entre vosotros, os dimos esta norma: el que no trabaje, que no coma.


En aquel tiempo, cuando no había rey en Israel, un levita que vivía en la montaña de Efraín tomó por concubina a una mujer de Belén de Judá.


Pasaron de largo y continuaron su camino. Llegaron a Guibeá de Benjamín a la puesta del sol,


y se dispusieron a pasar allí la noche. Entraron y se sentaron en la plaza de la ciudad, pero nadie les ofreció su casa para pasar la noche.


Vio a aquel viajero en la plaza de la ciudad, y le dijo: '¿De dónde vienes y adónde vas?'.


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