Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Juan 17:26 - Biblia Martin Nieto

26 Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor que tú me tienes esté en ellos y yo también esté con ellos'.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Yo te he dado a conocer a ellos y seguiré haciéndolo. Entonces tu amor por mí estará en ellos, y yo también estaré en ellos».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me amas esté en ellos y también yo esté en ellos.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

26 Y les di a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos, y Yo en ellos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Les he revelado tu nombre, y se lo seguiré revelando, para que el amor con que me has amado esté con ellos, y en ellos también yo.'

Féach an chaibidil Cóip




Juan 17:26
28 Tagairtí Cros  

sálvame de las fauces del león, mi pobre vida de los cuernos del búfalo.


Aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, vosotros en mí y yo en vosotros.


Jesús le contestó: 'El que me ama guardará mi doctrina, mi Padre lo amará y mi Padre y yo vendremos a él y viviremos en él.


Ya no os llamo siervos, pues el siervo no sabe qué hace su señor; yo os he llamado amigos porque os he dado a conocer todas las cosas que he oído a mi Padre.


Seguid unidos a mí, que yo lo seguiré estando con vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no está unido a la vid, así tampoco vosotros si no estáis unidos a mí.


Como el Padre me ama a mí, así os he amado yo; permaneced en mi amor.


Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me has enviado y que los amas a ellos como me amas a mí.


'He manifestado tu nombre a los hombres que escogiste del mundo y me los confiaste; tuyos eran, y tú me los confiaste; y ellos han guardado tu doctrina.


porque les he comunicado las enseñanzas que tú me diste, y ellos las han aceptado. Ahora saben con toda certeza que salí de ti, y ya están convencidos de que tú me enviaste.


El que come mi carne y bebe mi sangre vive en mí y yo en él.


Yo no busco mi honor; hay quien lo busca, y él hará justicia.


Y si Cristo está en vosotros, el cuerpo ciertamente está muerto por el pecado, pero el espíritu está vivo por la justicia.


Por él vosotros estáis en Cristo Jesús, el cual de parte de Dios se ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención,


Del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, con ser muchos, forman un cuerpo, así también Cristo.


y ya no vivo yo, pues es Cristo el que vive en mí. Mi vida presente la vivo en la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.


para hacer resplandecer la gracia maravillosa que nos ha concedido por medio de su querido Hijo.


y que Cristo habite en vuestros corazones por la fe, para que, arraigados y fundamentados en el amor,


pues somos miembros de su cuerpo.


Éste es un gran misterio, que yo aplico a Cristo y a la Iglesia.


a quienes Dios quiso descubrir cuál es la riqueza sublime de este secreto entre los paganos, que es Cristo entre vosotros, la esperanza de la gloria,


y en él, cabeza de todo principado y potestad, habéis alcanzado la plenitud.


Ya no hay distinción entre griego y judío, circunciso o incircunciso, extranjero o ignorante, esclavo o libre, sino que Cristo es todo en todos.


Y que el mismo Señor Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y por su gracia nos ha dado un consuelo eterno y una hermosa esperanza,


diciendo: Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en plena asamblea te alabaré.


El que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Por esto conocemos que él permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí