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Josué 8:22 - Biblia Martin Nieto

22 Los otros salieron de la ciudad a su encuentro, de suerte que las gentes de Ay quedaron en medio de los israelitas, que los derrotaron hasta no dejar ni un superviviente ni un fugitivo.

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Biblia Reina Valera 1960

22 Y los otros salieron de la ciudad a su encuentro, y así fueron encerrados en medio de Israel, los unos por un lado, y los otros por el otro. Y los hirieron hasta que no quedó ninguno de ellos que escapase.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Mientras tanto, los israelitas que habían entrado en la ciudad salieron y atacaron al enemigo por la retaguardia. De esa manera los hombres de Hai quedaron atrapados en medio, ya que los guerreros israelitas los encerraron por ambos lados. Israel los atacó, y no sobrevivió ni escapó una sola persona.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Estos se toparon con los israelitas por los dos lados, porque los de la emboscada salían ahora de la ciudad a su encuentro. Los masacraron sin dejarles ni un sobreviviente ni un escapado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 en tanto que los otros salieron de la ciudad a su encuentro, y así quedaron en medio de Israel, unos por una parte y otros por otra; y así los atacaron hasta que no quedó ningún sobreviviente ni fugitivo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 También los otros salieron de la ciudad a su encuentro, de modo que los de Ay quedaron rodeados por los israelitas, que atacaban unos por un lado y otros por otro. Fueron derrotados sin que quedaran supervivientes ni fugitivos.

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Josué 8:22
10 Tagairtí Cros  

es breve la alegría del malvado, su gozo es sólo de un instante?


Cuando te los haya entregado y tú los hayas derrotado, los entregarás al exterminio; no harás pactos ni tendrás compasión con ellos.


Andarán diciendo: 'Todo es paz y seguridad'; y entonces, de improviso, les sorprenderá la perdición, como los dolores del parto a la mujer encinta, y no podrán escapar.


Ese mismo día Josué tomó a Maqueda y la destruyó; pasó a filo de espada a todos los que vivían en ella sin dejar ni un superviviente; al rey de Maqueda lo trató como había tratado al rey de Jericó.


Y entregaron al exterminio todo lo que había en la ciudad, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, incluso los bueyes, ovejas y asnos, pasándolos a filo de espada.


Josué y todo el pueblo, al ver que los de la emboscada habían tomado la ciudad y que le habían prendido fuego, se volvieron y atacaron a las gentes de Ay.


Pero al rey de Ay lo tomaron vivo y lo llevaron a Josué.


Una vez que hayáis tomado la ciudad, le prenderéis fuego. Éstas son las órdenes que debéis cumplir. ¡Atención! Soy yo el que os lo mando'.


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