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Josué 8:20 - Biblia Martin Nieto

20 Cuando las gentes de Ay volvieron la vista atrás, vieron una humareda que subía de la ciudad hasta el cielo. Ya no pudieron ponerse a salvo por ningún lado, porque los israelitas que huían hacia el desierto se volvieron contra ellos.

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Biblia Reina Valera 1960

20 Y los hombres de Hai volvieron el rostro, y al mirar, he aquí que el humo de la ciudad subía al cielo, y no pudieron huir ni a una parte ni a otra, porque el pueblo que iba huyendo hacia el desierto se volvió contra los que les seguían.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Cuando los hombres de Hai miraron hacia atrás, vieron que salía tanto humo de la ciudad que cubría el cielo, y ya no tenían adónde ir. Pues los israelitas que habían huido hacia el desierto se dieron vuelta y atacaron a los que los perseguían.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Al darse vuelta, los hombres de Aí vieron el humo que subía desde la ciudad al cielo. No sabían por dónde escapar, porque el pueblo que hasta ese momento huía al desierto, se volvía ahora contra ellos y los perseguía.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Cuando los hombres de Hai miraron detrás de sí, he aquí la humareda de la ciudad subía a los cielos, y no tuvieron posibilidad° de huir ni por un lado ni por otro, porque el pueblo que huía al desierto se había vuelto contra sus perseguidores.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Al volver la vista hacia atrás, los hombres de Ay vieron la humareda que de la ciudad subía al cielo, pero ya no pudieron escapar ni por un lado ni por otro, porque las tropas que huían hacia el desierto se volvieron contra sus perseguidores.

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Josué 8:20
14 Tagairtí Cros  

Volvió la vista hacia Sodoma y Gomorra y hacia toda la vega, y vio cómo de la vega subía humo como el de un horno.


En cambio se abatirán los ojos de los malvados, les fallará todo refugio; su esperanza será su postrer aliento.


Eres deslumbrante, poderoso, por las montañas de botín.


ni de día ni de noche se apaga, su humo sube sin cesar, de edad en edad quedará desierto, y nadie más pasará por allí.


Cuando extendió el brazo, los hombres de la emboscada salieron rápidamente de su escondite, tomaron carrera y, entrando en la ciudad, se apoderaron de ella y se dieron prisa a prenderle fuego.


Josué y todo el pueblo, al ver que los de la emboscada habían tomado la ciudad y que le habían prendido fuego, se volvieron y atacaron a las gentes de Ay.


Los reyes de la tierra, que han adulterado con ella y han participado del orgullo de su lujo, cuando vean el humo de su incendio llorarán y se lamentarán sobre ella,


Después continuaron diciendo: ¡Aleluya! Su humo sube por los siglos de los siglos.


Los israelitas habían convenido con los emboscados, como señal, que éstos harían surgir de la ciudad una columna de humo.


Pero entonces comenzó a levantarse de la ciudad la señal, una columna de humo; y Benjamín, volviendo los ojos atrás, se dio cuenta del incendio de la ciudad, que subía al cielo.


Los israelitas les hicieron frente, y los de Benjamín, aterrados ante el desastre que les venía encima,


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