Josué 2:4 - Biblia Martin Nieto

⁴ Pero ella los escondió y dijo: 'Sí, esos hombres vinieron a mi casa, pero yo no sabía de dónde eran;

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido; y dijo: Es verdad que unos hombres vinieron a mí, pero no supe de dónde eran.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Rahab, quien había escondido a los dos hombres, respondió: «Es cierto, los hombres pasaron por aquí, pero yo no sabía de dónde venían.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Pero la mujer escondió a los hombres y respondió: 'Esos hombres que llegaron a mi casa'

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Pero la mujer ya había tomado a los dos hombres y los había ocultado. Ella pues respondió: Verdad es que los hombres vinieron a mí, pero yo no sabía de dónde eran,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Pero la mujer tomó a los dos hombres, los escondió y dijo luego: 'Es cierto que han llegado a mi casa unos hombres, pero yo no sabía de dónde eran.

Josué 2:4 Tagairtí Cros

2 Reyes 6:19

Eliseo les dijo: 'No es éste el camino, ni ésta la ciudad. Seguidme y os guiaré donde está el hombre que buscáis'. Y los llevó a Samaría.

Éxodo 1:19

Las parteras respondieron al Faraón: 'Las mujeres hebreas no son como las egipcias; son robustas, y antes que la partera llegue, ya han dado a luz'.

Santiago 2:25

¿Y Rajab, la prostituta, no fue también justificada por las obras, al recibir a los mensajeros y hacerles partir por otro camino?

Josué 2:3

Entonces el rey de Jericó mandó decir a Rajab: 'Saca a los hombres que han entrado en tu casa, porque son espías'.

Josué 2:5

al oscurecer, cuando se iba a cerrar la puerta de la ciudad, los hombres salieron, y no sé dónde fueron. Daos prisa, perseguidlos y seguro que los alcanzaréis'.

Josué 6:17

'La ciudad, con todo lo que hay en ella, será entregada al exterminio en manos del Señor; solamente quedará Rajab, la prostituta, y todos los que estén con ella en su casa, porque escondió a los exploradores que habíamos enviado.

Josué 6:25

Josué perdonó la vida a Rajab, la prostituta, y a su familia, con todo lo que tenían. Ella vivió con los israelitas hasta el día de hoy por haber escondido a los espías enviados por Josué para explorar la tierra.