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Jeremías 7:2 - Biblia Martin Nieto

2 Ponte a la puerta del templo del Señor y publica allí esta palabra: Escuchad la palabra del Señor, vosotros todos, hombres de Judá, que entráis por esta puerta para adorar al Señor.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Ponte a la puerta de la casa de Jehová, y proclama allí esta palabra, y di: Oíd palabra de Jehová, todo Judá, los que entráis por estas puertas para adorar a Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 «Vete a la entrada del templo del Señor y dale el siguiente mensaje al pueblo: “Oh Judá, ¡escucha este mensaje del Señor! ¡Escúchenlo, todos ustedes que aquí adoran al Señor!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Párate en la puerta de la Casa de Yavé y publica allí esta palabra: Escuchen, hombres de Judá, que entran por esta puerta a adorar a Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Ponte en la puerta de la Casa de YHVH, y proclama allí esta palabra. Di: ¡Oíd el oráculo de YHVH, todos los habitantes de Judá que entráis por estas puertas para postrarse ante YHVH!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 'Ponte en la puerta del templo de Yahveh y anuncia allí esta palabra y di: escuchad la palabra de Yahveh, todos los de Judá, que entráis por estas puertas para adorar a Yahveh.

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Jeremías 7:2
38 Tagairtí Cros  

Miqueas replicó: 'Escucha la palabra del Señor: He visto al Señor sentado en su trono y a toda la corte del cielo alineada a su derecha y a su izquierda.


Ya estamos en tus puertas, oh Jerusalén:


¡Escuchad la palabra del Señor, jefes de Sodoma; prestad oído a la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra!


Escuchad la palabra que os dirige el Señor, oh casa de Israel.


Y el Señor me dijo: 'Publica por las ciudades de Judá y por las calles de Jerusalén este aviso: Escuchad las prescripciones de esta alianza y observadlas,


Al volver Jeremías del Tofet, adonde el Señor le había mandado a profetizar, se detuvo en el atrio del templo del Señor y dijo a todo el pueblo:


Anda, grita a los oídos de Jerusalén: Esto dice el Señor: Me he acordado de ti, en los tiempos de tu juventud, de tu amor de novia, cuando me seguías en el desierto, en una tierra sin cultivar.


Escuchad la palabra del Señor, casa de Jacob y todas las familias de la casa de Israel.


Esto dice el Señor: 'Vete al atrio del templo del Señor y anuncia a todos los habitantes de las ciudades de Judá que vienen a prosternarse en el templo del Señor todo lo que yo te he ordenado decirles, sin omitir una sola palabra.


Entonces el profeta Jeremías respondió al profeta Ananías delante de los sacerdotes y de todo el pueblo presente en el templo del Señor.


Sin embargo, escucha, oh Sedecías, rey de Judá, la palabra del Señor: Esto dice el Señor: No caerás a espada,


Entonces Baruc leyó en el libro las palabras de Jeremías. Era en el templo del Señor, en la sala de Gamarías, hijo del secretario Safán, en el vestíbulo superior, a la entrada de la puerta nueva del templo del Señor. Todo el pueblo podía oír.


Vete tú, y en el libro en que has escrito a mi dictado las palabras del Señor, léelas en alta voz al pueblo en el templo del Señor un día de ayuno, y léelas también a los judíos que vengan de sus ciudades.


Luego Jeremías continuó dirigiéndose a todo el pueblo, y especialmente a las mujeres: 'Escuchad la palabra del Señor vosotros, los judíos que estáis en Egipto.


El Señor puso su mano sobre mí, me trasladó por medio de su espíritu y me dejó en medio de la vega, que estaba llena de huesos.


Escuchad esto, sacerdotes; atiende, casa de Israel; casa real, prestad oído, porque se hace justicia contra vosotros. Vosotros os habéis hecho un lazo en Mispá y una red tendida en el monte Tabor,


Y ahora escucha la palabra del Señor. Tú dices: No profetices contra Israel, y no vaticines contra la casa de Isaac.


Escuchad, pueblos todos, presta oído, tierra y todo cuanto te llena; el Señor va a testificar contra vosotros, el Señor desde su santo templo.


Escuchad, jefes de Jacob, magistrados de la casa de Israel. ¿No es cosa vuestra conocer el derecho?


Escuchad esto, jefes de la casa de Jacob, y vosotros, jueces de la casa de Israel, que despreciáis la justicia y torcéis el derecho,


¡El que tenga oídos que oiga!'.


Jesús le respondió: 'Yo he hablado públicamente a todo el mundo; siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en secreto.


'Id al templo y anunciad con valentía al pueblo todo lo referente a esta nueva vida'.


No dejaban un día de enseñar, en el templo y en las casas, y de anunciar la buena noticia de que Jesús es el mesías.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. El vencedor no será víctima de la segunda muerte.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al vencedor le daré el maná escondido y una piedra blanca, y en la piedra escribiré un nombre nuevo, que sólo conoce el que la recibe.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.


El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.


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