Jeremías 3:21 - Biblia Martin Nieto

²¹ Un grito se deja oír en los collados; llantos y súplicas de los hijos de Israel, porque han perdido su camino, han olvidado al Señor, su Dios.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

²¹ Voz fue oída sobre las alturas, llanto de los ruegos de los hijos de Israel; porque han torcido su camino, de Jehová su Dios se han olvidado.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²¹ Se escuchan voces en las alturas de las montañas desoladas, el llanto y las súplicas del pueblo de Israel. Pues han escogido caminos torcidos y se han olvidado del Señor su Dios.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²¹ Sobre las lomas peladas se oyen unos gritos, son las súplicas llenas de lágrimas de los hijos de Israel porque perdieron el camino, olvidándose de Yavé, su Dios.

La Biblia Textual 3a Edicion

²¹ ¡Escuchad! Sobre los altos montes se oye el llanto suplicante de los hijos de Israel, Que han torcido su camino, Olvidados de YHVH, su Dios.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²¹ ¡Escuchad! En las colinas se oye el llanto y plegarias de los hijos de Israel, porque erraron su camino, olvidaron a Yahveh, su Dios.

Jeremías 3:21 Tagairtí Cros

Job 33:27

y ante los hombres canta así: 'Yo había pecado y violado la justicia, mas Dios no me ha tratado conforme a mi delito;

Proverbios 10:9

El que camina con integridad camina seguro, pero el que mal anda mal acaba.

Proverbios 19:3

La insensatez del hombre tuerce su camino, y luego su corazón se irrita contra el Señor.

Isaías 15:2

Ha subido la gente de Dibón a las alturas a llorar; sobre el Nebo y Madaba gime Moab. Toda cabeza, calva; toda barba, cortada;

Isaías 17:10

Porque has olvidado al Dios de tu salvación y no te acordaste de la roca de tu refugio, por eso has plantado huertos de delicias, y siembras en ellos semilla extranjera.

Isaías 57:11

¿De quién tienes miedo, a quién temes, para haber renegado así de mí, sin acordarte más de mí, ni llevarme en tu corazón? Yo me callaba, cerraba los ojos; por eso no temías.

Jeremías 12:12

A todas las alturas peladas del desierto han llegado los devastadores -porque el Señor blande una espada que devora-; de un extremo al otro del país no hay paz para nadie.

Jeremías 13:25

Ésta es tu parte, la suerte que te he asignado -dice el Señor-, por haberte olvidado de mí poniendo tu confianza en la mentira.

Jeremías 18:15

¡Pues mi pueblo me ha olvidado a mí y ofrece incienso a la pura nada! Han tropezado en sus caminos, en las sendas antiguas, para tomar veredas tortuosas, un camino no allanado;

Jeremías 2:32

¿Puede una joven olvidarse de sus joyas, una novia de su cinturón? Pues mi pueblo me ha olvidado a mí hace ya mucho tiempo.

Jeremías 3:2

Alza los ojos hacia los collados y mira: ¿Hay un lugar en que no te hayas entregado? Junto a los caminos te sentabas, esperándolos como un árabe en el desierto. Has profanado esta tierra con tus prostituciones y tus crímenes.

Jeremías 31:9

Entre lágrimas habían partido, entre consuelos los devuelvo junto a los arroyos de las aguas, por un camino llano, donde no dan traspiés. Pues soy un padre para Israel, Efraín es mi primogénito.

Jeremías 7:29

Corta tu larga cabellera y tírala. Eleva una lamentación sobre los collados, porque el Señor ha desechado y rechazado a la generación objeto de su ira.

Ezequiel 23:35

Porque esto dice el Señor Dios: Puesto que me has abandonado y me has echado a tus espaldas, carga tú también con tu desvergüenza y tus prostituciones'.

Ezequiel 7:16

Los que escapen huirán a los montes y andarán allí gimiendo como las palomas de los valles, cada uno por sus pecados.

Oseas 13:6

Yo los apacenté y se saciaron; y, una vez saciados, su corazón se envaneció y de mí se olvidaron.

Oseas 8:14

Israel, olvidando a su hacedor, se ha edificado palacios, y Judá ha multiplicado las ciudades fuertes. Pero yo prenderé fuego a sus ciudades, que devorará sus palacios.

Miqueas 3:9

Escuchad esto, jefes de la casa de Jacob, y vosotros, jueces de la casa de Israel, que despreciáis la justicia y torcéis el derecho,

Números 22:32

El ángel del Señor le dijo: '¿Por qué has pegado a tu burra por tres veces? Era yo quien te cerraba el paso, pues me disgusta tu viaje.

2 Corintios 7:10

La tristeza querida por Dios produce un arrepentimiento salvador, de la que no hay que lamentarse, mientras que la tristeza producida por el mundo engendra la muerte.