Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jeremías 23:32 - Biblia Martin Nieto

32 Me levanto contra los profetas que profetizan sueños mentirosos -dice el Señor- y, contándolos, desorientan a mi pueblo con sus mentiras y sus extravagancias. Yo no los he enviado ni les he confiado mis órdenes, y ellos no sirven de nada a este pueblo -dice el Señor-.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

32 He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Yo estoy contra estos falsos profetas. Sus sueños imaginarios son mentiras descaradas que llevan a mi pueblo a pecar. Yo no los envié ni los nombré, y no tienen ningún mensaje para mi pueblo. ¡Yo, el Señor, he hablado!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Voy a castigar los profetas de sueños mentirosos que son buenos para contarlos y que desorientan a mi pueblo con sus embustes y extravagancias. Yo no los he enviado ni les mandado órdenes, y no sirven para nada a este pueblo, dice Yavé.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

32 He aquí Yo estoy contra los que profetizan sueños falsos, dice YHVH, y los cuentan, y extravían a mi pueblo con sus mentiras y su jactancia, porque Yo no los he enviado ni les he dado orden, y ningún provecho han traído a este pueblo, dice YHVH.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Aquí estoy contra los que profetizan sueños mentirosos -oráculo de Yahveh-, y los cuentan, engañando así a mi pueblo con sus mentiras y sus fanfarronadas, siendo así que no los he enviado ni les he dado orden alguna, y por eso no son de utilidad para este pueblo -oráculo de Yahveh-.

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 23:32
24 Tagairtí Cros  

Vosotros no sois más que charlatanes, médicos de quimeras todos juntos.


Niños dominan a mi pueblo, mujeres lo gobiernan. Pueblo mío, tus conductores te extravían, pervierten la senda de tus pasos.


Los guías de este pueblo lo extravían, y los guiados se han perdido.


En los profetas de Samaría vi cosas repugnantes: profetizaban en nombre de Baal y pervertían a mi pueblo Israel.


Esto dice el Señor omnipotente: No escuchéis las palabras de los profetas, porque os engañan; os cuentan visiones de su fantasía, no de la boca del Señor.


He oído lo que dicen los profetas que profetizan mentiras en mi nombre. Dicen: 'He tenido un sueño, he tenido un sueño'.


Estoy contra los profetas -dice el Señor- que no tienen más que abrir su boca para proferir oráculos.


'Manda a decir a todos los desterrados: Esto dice el Señor acerca de Semayas, el nejlamita: Porque Semayas os ha profetizado sin que yo le haya mandado y os ha hecho creer en la mentira,


Pero vosotros os hacéis ilusiones con palabras engañosas que de nada os servirán.


Tus profetas tuvieron para ti visiones de mentira y engaño. No te desvelaron tu perversidad, para alejar tu destierro de ti; te anunciaron visiones de engaño, de mentira y perversión.


¿Quién dijo algo y quedó hecho? ¿No es el Señor el que decide?


Sus profetas son fanfarrones e impostores, sus sacerdotes profanan las cosas santas y violan la ley.


Pues los ídolos dan respuestas vanas, los adivinos anuncian mentiras, cuentan sueños fantásticos y dan consolaciones ilusorias. Por eso el pueblo anda errante y perdido como un rebaño sin pastor.


Dejadlos. Son ciegos, guías de ciegos; y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo'.


¿Obré a la ligera al hacer este proyecto? ¿O fue un proyecto hecho por interés humano, como de quien dice a la vez 'sí' y 'no'?


Pero el profeta que tenga la osadía de anunciar en mi nombre lo que yo no le haya ordenado decir o hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá.


Pero la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta, que con sus prodigios ante la otra bestia había seducido a los que llevaban la marca de la bestia y habían adorado su estatua. Y fueron arrojadas vivas las dos a un estanque de fuego, de azufre ardiente.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí