Jeremías 20:18 - Biblia Martin Nieto

¹⁸ ¿Por qué salí del seno para no ver más que dolores y tormentos y consumir mis días en la confusión?

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

¹⁸ ¿Para qué salí del vientre? ¿Para ver trabajo y dolor, y que mis días se gastasen en afrenta?

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁸ ¿Por qué habré nacido? Mi vida entera se ha llenado de dificultades, de dolor y de vergüenza.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁸ ¿Para qué, pues, salí de sus entrañas? ¿Para vivir angustia y tormento y acabar mis días en la humillación?

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁸ ¿Para qué salí del vientre para ver aflicción y dolor, Y acabar mis días en vergüenza?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁸ ¿Por qué salí del seno, para ver dolor y pena y para que mis días se vayan consumiendo en la vergüenza?

Jeremías 20:18 Tagairtí Cros

1 Reyes 19:4

Él se internó en el desierto una jornada de camino y fue a sentarse bajo una retama, deseándose la muerte y diciendo: '¡Ya basta, oh Señor! Quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres'.

Job 14:1

El hombre, nacido de mujer corto es de días y harto de miserias;

Job 14:13

¡Oh, si tú me escondieses en el abismo y me guardaras hasta que pase tu ira; si una tregua me dieras para acordarte de mí luego

Job 3:20

¿Por qué da él la luz a un desgraciado, la vida a los que tienen amargada el alma;

Job 5:7

Es el hombre quien engendra la aflicción, como el águila emprende el vuelo a las alturas.

Salmos 102:3

no me ocultes tu rostro el día de mi angustia, atiéndeme el día que te llamo, respóndeme enseguida.

Salmos 69:19

Ven junto a mí, defiéndeme, líbrame de mis enemigos.

Isaías 1:6

Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él nada sano: heridas, contusiones, llagas vivas, no curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.

Isaías 51:7

Escuchadme los que conocéis la justicia, pueblo que llevas en tu corazón mi ley; no temáis el insulto de los hombres, no te acobarden sus ultrajes,

Jeremías 15:10

¡Ay de mí, madre mía, que me engendraste hombre de querella y de discordia para todo el país! No he prestado dinero, no he recibido préstamo, pero todos me maldicen.

Jeremías 15:18

¿Por qué mi dolor no tiene fin? ¿Por qué mi herida es incurable, indócil al remedio? ¿Vas a ser para mí como un arroyo engañador, de aguas caprichosas?

Jeremías 3:25

¡Acostémonos en nuestra ignominia y nos cubra nuestro oprobio, porque contra el Señor, nuestro Dios, hemos pecado nosotros y nuestros padres desde nuestra juventud hasta el presente y no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios!'.

Jeremías 8:18

Me invade la tristeza, desfallece mi corazón.

Lamentaciones 1:12

Vosotros todos, los que pasáis por el camino mirad y ved si hay dolor como el dolor que me atormenta, con el que el Señor me ha herido el día del fuego de su cólera.

Lamentaciones 3:1

Yo soy el hombre que ha sufrido la miseria bajo el azote de su furor.

Habacuc 1:3

¿Por qué me haces ver tantas injusticias y tú aceptas el espectáculo de la opresión? Ante mí no hay más que robos y violencia, por todas partes hay querellas y discordias.

Juan 16:20

Os aseguro que vosotros lloraréis y gemiréis, pero el mundo gozará; vosotros os entristeceréis, pero vuestra tristeza se cambiará en alegría.

Hechos 5:41

Ellos salieron del tribunal muy contentos por haber sido dignos de ser ultrajados por tal nombre.

2 Timoteo 1:12

Ésta es la causa de todos estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, pues sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que él puede guardar hasta el último día lo que me ha encomendado.

Hebreos 10:36

Es necesario que seáis constantes en el cumplimiento de la voluntad de Dios, para que alcancéis lo que os está prometido.

Hebreos 11:36

Otros soportaron burlas y latigazos, incluso cadenas y cárceles;

Hebreos 12:2

fijando nuestra mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien, para obtener la gloria que se le proponía, soportó la cruz, aceptando valientemente la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios.

Hebreos 13:13

Salgamos, pues, a su encuentro, fuera del campamento, compartiendo sus ultrajes.