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Jeremías 2:2 - Biblia Martin Nieto

2 Anda, grita a los oídos de Jerusalén: Esto dice el Señor: Me he acordado de ti, en los tiempos de tu juventud, de tu amor de novia, cuando me seguías en el desierto, en una tierra sin cultivar.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 «Ve y anuncia a gritos este mensaje a Jerusalén. Esto dice el Señor: »“Recuerdo qué ansiosa estabas por complacerme cuando eras una joven recién casada, cómo me amabas y me seguías aun a través de lugares desolados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Así dice Yavé: 'Aún me acuerdo de la pasión de tu juventud, de tu cariño como de novia, cuando me seguías por el desierto, por la tierra sin cultivar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Anda y clama a oídos de Jerusalem, y dile: Así dice YHVH: A favor tuyo me acuerdo de la ternura de tu juventud, Del amor de tus desposorios, De tu andar en pos de mí en el desierto, En tierra no sembrada.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Ve y grita a los oídos de Jerusalén lo siguiente: Así dice Yahveh: Recuerdo de ti el cariño de tu juventud, el amor de tu noviazgo, cuando ibas tras de mí por el desierto, por una tierra no sembrada.

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Jeremías 2:2
39 Tagairtí Cros  

Israel vio el prodigio que el Señor había obrado contra los egipcios, temió al Señor y creyó en él y en Moisés, su siervo.


Y añadió: 'Esta tarde os dará el Señor carne para comer, y mañana por la mañana pan hasta saciaros, porque ha oído vuestras murmuraciones contra él. Pero nosotros ¿qué somos? No van contra nosotros vuestras murmuraciones, pero sí contra el Señor'.


La sabiduría grita en las calles, en las plazas levanta su voz.


¿Qué es eso que sube del desierto como columna de humo, perfume de mirra y de incienso y de todo aroma de perfumes? Ella:


Clama a voz en grito sin reparo, alza tu voz como la corneta. Anuncia a mi pueblo sus injusticias, a la casa de Jacob sus pecados.


Y el Señor me dijo: 'Publica por las ciudades de Judá y por las calles de Jerusalén este aviso: Escuchad las prescripciones de esta alianza y observadlas,


y sal al valle de Ben-Hinnón, a la entrada de la puerta de la Alfarería. Allí pregonarás las palabras que yo te diga.


No dijeron: ¿Dónde está el Señor, que nos sacó de Egipto, que nos guió a través del desierto por una tierra árida y escabrosa, tierra reseca y de tinieblas, tierra por donde no pasa ningún hombre y donde nadie se establece?


Ahora, sí, me llamas: ¡Padre mío, tú eres el amigo de mi juventud!


Ponte a la puerta del templo del Señor y publica allí esta palabra: Escuchad la palabra del Señor, vosotros todos, hombres de Judá, que entráis por esta puerta para adorar al Señor.


Y entre todas tus prácticas detestables y tus prostituciones no te acordaste de los días de tu infancia, cuando estabas desnuda y descubierta, agitándote en tu sangre.


Pero yo me acordé de la alianza pactada contigo en los días de tu juventud y renovaré contigo una alianza eterna.


Yo pasé junto a ti y te vi. Estabas ya en la edad del amor; entonces extendí el vuelo de mi manto sobre ti y recubrí tu desnudez; luego te presté juramento, me uní en alianza contigo, dice el Señor Dios, y tú fuiste mía.


Ella multiplicó sus prostituciones, recordando los días de su juventud, cuando se prostituía en Egipto


Se prostituyeron en Egipto desde su juventud. Allí palparon su pecho y acariciaron su seno virginal.


Ni renegó de sus prostituciones de Egipto, donde se habían acostado con ella, en su juventud, acariciando sus pechos virginales y derramando en ella su impureza.


Cuando Israel era niño, yo le amaba, y de Egipto llamé a mi hijo.


Le haré rendir cuentas de sus fiestas en honor de los baales, a quienes quemaba incienso ataviada de anillos y collares para correr tras sus amantes, olvidándose de mí -dice el Señor-.


Luego le restituiré sus viñas; haré del valle de Acor una puerta de esperanza, y ella me responderá como en los días de su juventud, como en el día en que salió de Egipto.


Su madre se ha prostituido, se ha deshonrado la que los dio a luz. Ella decía: 'Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida'.


¡Emboca la trompeta! Hay un águila sobre la casa del Señor, porque han violado mi alianza, han quebrantado mi ley.


Como uva en el desierto encontré yo a Israel, como breva de higuera vi a vuestros padres. Pero al llegar a Baal Fegor se consagraron a la infamia, y se hicieron despreciables como el objeto de su amor.


'Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, y anúnciales que su maldad ha llegado hasta mí'.


¡El que tenga oídos que oiga!'.


Uno de la gente le dijo: 'Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo'.


El Señor, tu Dios, te ha bendecido en todas tus empresas. Él ha velado tu peregrinación a través de este vasto desierto. Cuarenta años hace ya que te acompaña el Señor, tu Dios, sin que te falte nada.


Tú amas a los pueblos, / todos los santos están en tu mano. / Ellos se postraban a tus pies / y marchaban a tus órdenes.


Acuérdate del camino que el Señor te ha hecho andar durante cuarenta años a través del desierto con el fin de humillarte, probarte y conocer los sentimientos de tu corazón y ver si guardabas o no sus mandamientos.


Adúlteros, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad de Dios? El que quiere ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios.


Pero tengo esto contra ti: has perdido el amor del principio.


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