Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Isaías 8:18 - Biblia Martin Nieto

18 Ved: yo y los hijos que el Señor me ha dado señales somos y presagios en Israel de parte del Señor omnipotente, que mora en el monte Sión.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

18 He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová somos por señales y presagios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos, que mora en el monte de Sion.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Yo y los hijos que el Señor me ha dado servimos como señales y advertencias a Israel de parte del Señor de los Ejércitos Celestiales, quien habita en su templo en el monte Sion.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Yo y los hijos que Yavé me ha dado, somos para Israel como señales y anuncios que puso Yavé de los Ejércitos, que habita en el monte de Sión.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

18 He aquí, yo y los hijos que YHVH me dio, Como señales y presagios para Israel, De parte de YHVH Sebaot que habita en el Monte Sión.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Aquí estoy yo y mis hijos, los que Yahveh me ha dado, como señales y portentos en Israel, de parte de Yahveh Sebaot, que habita en el monte Sión.

Féach an chaibidil Cóip




Isaías 8:18
27 Tagairtí Cros  

Luego Esaú alzó los ojos, y al ver a las mujeres y a los niños preguntó: '¿Quiénes son esos que traes contigo?'. Jacob respondió: 'Son los hijos que Dios ha dado a tu siervo'.


David había dicho: 'Ya que el Señor, Dios de Israel, ha otorgado paz a su pueblo y ha fijado para siempre su morada en Jerusalén,


Los nobles de la tierra le rendirán honores, ante él se inclinarán los moribundos y dejarán de ser.


He sido un prodigio para muchos, pues tú has sido mi refugio seguro.


En ti esperan los que saben tu nombre, pues no abandonas, Señor, a quien te busca.


Cantad al Señor, que mora en Sión, publicad por los pueblos sus hazañas:


Exulta, grita de júbilo, habitante de Sión, pues grande es en ti el Santo de Israel.


¿Qué se va a responder a los mensajeros de ese pueblo? Que el Señor ha fundado a Sión y en ella se cobijarán los pobres de su pueblo.


Entonces el Señor dijo: 'Así como mi siervo Isaías anda desnudo y descalzo hace tres años (señal y presagio contra Egipto y contra Etiopía),


La luna enrojecerá, se avergonzará el sol; porque el Señor omnipotente reinará en el monte Sión, en Jerusalén, y ante sus ancianos brillará su gloria.


Pero el Señor quiso destrozarlo con padecimientos. Si él ofrece su vida por el pecado, verá descendencia, prolongará sus días, y la voluntad del Señor se cumplirá gracias a él.


Pues antes que el niño sepa rechazar el mal y elegir el bien será devastado el país de esos dos reyes ante los que tiemblas tú.


El Señor dijo a Isaías: 'Sal al encuentro de Acaz, con tu hijo Sear-Yasub, al extremo del canal de la alberca de arriba, junto al camino del campo del Batanero,


Después me acerqué a la profetisa, que concibió y dio a luz un hijo. Y el Señor me dijo: 'Ponle el nombre de Maher-Salal-Jas-Baz,


Y ahora os voy a dar la señal -dice el Señor- de que os he de castigar en este lugar, para que sepáis que mis palabras se cumplirán sin remedio en vosotros para desgracia vuestra.


A su vista, cargarás el equipaje a la espalda y partirás con la cara cubierta para no ver la tierra, pues te he puesto como símbolo para la casa de Israel'.


Volveré mi rostro contra ese hombre, le haré un ejemplo proverbial y le extirparé de en medio de mi pueblo, y sabréis que yo soy el Señor.


Toma en seguida una sartén de hierro y colócala como muro de hierro entre ti y la ciudad. Fija en ella tus ojos; va a ser asediada y tú pondrás el cerco. Sea esto una señal para la casa de Israel.


Escucha, pues, Josué, sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan delante de ti, porque vosotros sois hombres de presagio: Yo voy a hacer venir a mi siervo Germen.


Esto dice el Señor omnipotente: 'Vuelvo a Sión y habitaré en Jerusalén. Jerusalén será llamada de nuevo ciudad fiel, y la montaña del Señor omnipotente, montaña santa'.


Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores.


Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: 'Este niño está destinado en Israel para que unos caigan y otros se levanten; será signo de contradicción


Estas cosas serán señal y prodigio contra ti y tu descendencia para siempre.


unas veces expuestos públicamente a ultrajes y torturas y otras haciéndoos solidarios de aquellos que eran así tratados.


Vosotros, en cambio, os habéis acercado a la montaña de Sión, a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, a millares de ángeles, a la asamblea festiva,


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí