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Isaías 60:1 - Biblia Martin Nieto

1 Levántate, resplandece, porque llega tu luz y la gloria del Señor despunta sobre ti,

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Biblia Reina Valera 1960

1 Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 »¡Levántate, Jerusalén! Que brille tu luz para que todos la vean. Pues la gloria del Señor se levanta para resplandecer sobre ti.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Levántate y brilla, que ha llegado tu luz y la Gloria de Yavé amaneció sobre ti.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¡Levántate y resplandece, que llega tu luz! ¡La gloria de YHVH amanece sobre ti!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 ¡Levántate, resplandece, que viene ya tu luz y la gloria de Yahveh se alza sobre ti!

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Isaías 60:1
32 Tagairtí Cros  

Las naciones respetarán el nombre del Señor y los reyes de la tierra tu gloria,


¡Qué cosas tan hermosas se pregonan de ti, ciudad de Dios!


Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor.


La luna enrojecerá, se avergonzará el sol; porque el Señor omnipotente reinará en el monte Sión, en Jerusalén, y ante sus ancianos brillará su gloria.


Aquel día el Señor omnipotente será para el resto de su pueblo corona de gloria y diadema de esplendor;


que dé flores como el narciso, que salte de alegría. Pues se le ha dado la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y de Sarón; y se verá la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.


entonces el Señor formará, sobre toda la extensión del monte de Sión y sobre sus asambleas, una nube de humo durante el día y un resplandor de fuego llameante por la noche. Pues encima de todo la gloria del Señor será tienda


Yo, el Señor, te he llamado para la justicia, te he tomado de la mano y te he formado, te he puesto como alianza del pueblo y luz de las naciones,


Entonces surgirá tu luz como la aurora y tus heridas curarán en seguida; tu justicia marchará ante ti y tras de ti la gloria del Señor.


Por amor de Sión no me he de callar, no descansaré por Jerusalén, hasta que no despunte como la aurora su justicia y flamee su salvación como una antorcha.


Verán tu justicia las naciones y todos los reyes tu gloria. Se te llamará con un nombre nuevo, acuñado por la boca del Señor.


a fin de que maméis y os saciéis de su seno de consuelo, a fin de que saboreéis y os recreéis en sus pechos de gloria.


Has acrecentado su alegría, has agrandado su júbilo; se regocijan ante ti como en la algazara de la siega, como se alegran los que reparten un botín.


mientras la gloria del Señor entraba en el templo por la puerta este.


el pueblo que yace en las tinieblas ha visto gran luz, y para los que yacen en la región tenebrosa de la muerte ha brillado una luz.


Brille de tal modo vuestra luz delante de los hombres que vean vuestras obras buenas y glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos'.


luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel'.


Existía la luz verdadera, / que con su venida a este mundo / ilumina a todo hombre. /


Yo he venido como luz al mundo, para que todo el que crea en mí no quede en tinieblas.


La causa de la condenación consiste en que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz porque sus obras eran malas.


Jesús les habló de nuevo: 'Yo soy la luz del mundo. El que me siga no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida'.


Por eso se dice: Despierta tú, que duermes, y levántate de entre los muertos, y Cristo te iluminará.


Antes erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor; caminad como hijos de la luz


a fin de que seáis irreprochables y sin malicia, hijos de Dios irreprensibles en medio de esta generación perversa y descarriada, en medio de la cual brilláis como astros en el universo,


Dichosos vosotros, si sois ultrajados en nombre de Cristo, pues el Espíritu de la gloria, que es el Espíritu de Dios alienta en vosotros.


con la gloria misma de Dios: su esplendor era como el de una piedra preciosísima, como el jaspe cristalino.


La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y su lámpara es el cordero.


No habrá ya noche, no tendrán ya necesidad de la luz de una lámpara ni de la del sol, porque el Señor Dios los alumbrará, y reinarán por los siglos de los siglos.


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