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Isaías 59:4 - Biblia Martin Nieto

4 Ninguno acusa con justicia, nadie litiga con honradez; se confía en la nada, se habla falsedad, maldad se concibe y se engendra desgracia.

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Biblia Reina Valera 1960

4 No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz iniquidad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 A nadie le importa ser justo y honrado; las demandas legales de la gente se basan en mentiras. Conciben malas acciones y después dan a luz el pecado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Nadie acusa con justa razón, ni reclama con sinceridad. Toman pie de un pretexto, y andan con mentiras, conciben un mal proyecto y dan a luz la maldad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Nadie pleitea con justicia, Nadie juzga con rectitud; Se apoyan en la mentira, afirman la falsedad, Conciben engaños y dan a luz la maldad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 No hay nadie que acuse con justicia, nadie que juzgue con sinceridad; se confía en la nada, se dice lo vano, se concibe la pena, se da a luz la maldad.

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Isaías 59:4
36 Tagairtí Cros  

No confíe en su estatura, pues vacía será su recompensa.


El que concibe el mal engendra angustia y lleva en su vientre un fruto de aborto.


sólo mentiras dice el uno al otro, labios aduladores, doblez de corazón.


Los hombres del pueblo son un soplo, la gente ilustre, una mentira; cuando se los pone en la balanza, todos juntos pesan menos que un soplo.


¿Hasta cuándo atacaréis a un hombre solo todos a una para derribarlo como una pared que se desploma o una tapia a punto de caerse?


Ved cómo el malvado engendra el crimen, concibe el engaño y da a luz la mentira.


Porque ellos no duermen tranquilos si no perpetran algún delito, el sueño les falta si no arrastran a alguno a la ruina.


¡Ay de aquellos que dictan leyes de iniquidad! ¡Ay de los que publican decretos de opresión;


Habíamos concebido, en dolores estábamos; mas sólo viento hemos dado a luz. No hemos traído la salvación al país, ni le han nacido habitantes al mundo.


Vosotros decís: Hemos firmado un pacto con la muerte, con el abismo hemos hecho un pacto: cuando pase el azote destructor, no nos alcanzará, porque hemos puesto en la mentira nuestro abrigo, nuestro refugio en el engaño.


porque ya no habrá tiranos, ni burlones, y habrán sido exterminados todos los maleantes,


Por tanto, esto dice el Santo de Israel: Pues rechazáis esta palabra y os dais a lo perverso y desleal apoyándoos en ello,


Porque es un pueblo rebelde, hijos mentirosos, que no quieren oír la voz del Señor.


Heno habéis concebido, paja daréis a luz; mi soplo es un fuego que os devora.


El que se alimenta de ceniza, engañando el corazón, está perdido. No salvará su vida, y no dirá jamás: '¿No es un engaño lo que tengo en mi diestra?'.


Te sentías segura en tu maldad; pensabas: No hay quien me vea. Tu sabiduría y tu ciencia te han perdido. Pensabas en tu corazón: Yo, y nadie más fuera de mí.


¡Ay de aquellos que tiran del castigo con las cuerdas de la injusticia, y de la pena del pecado como con cuerda de carreta;


Sí, la viña del Señor omnipotente es el pueblo de Israel; y los hombres de Judá, su plantel escogido. El Señor esperaba de ellos respeto a la ley, y hay sangre derramada; esperaba justicia, y sólo hay gritos de dolor.


Ausente está la lealtad, y el que evita el mal es expoliado.


Ha visto que no hay nadie y se ha extrañado de que nadie intervenga. Entonces su brazo le ayudó y su justicia le sostuvo.


Porque vuestras manos están manchadas de sangre, y vuestros dedos de perversidad; vuestros labios dicen mentira, vuestras lenguas murmuran falsedad.


Y sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre; nosotros somos la arcilla y tú nuestro alfarero, todos somos obra de tus manos.


Los guías de este pueblo lo extravían, y los guiados se han perdido.


Sí, por haber confiado en tus obras y tesoros, también tú serás tomada. Camós irá al destierro junto con sus sacerdotes y sus príncipes.


Recorred las calles de Jerusalén, mirad, informaos bien, buscad por sus plazas, a ver si encontráis un hombre, uno solo que practique la justicia, que busque la verdad, y yo perdonaré a esta ciudad.


No os hagáis ilusiones con repetir palabras mentirosas: Aquí está el templo del Señor. ¡Qué templo del Señor, templo del Señor!


Pero vosotros os hacéis ilusiones con palabras engañosas que de nada os servirán.


Israelitas, escuchad la palabra del Señor: El Señor ha entablado un pleito con los habitantes del país. No existe ya fidelidad ni amor del prójimo, ni conocimiento de Dios en el país,


¡Ay de aquellos que planifican injusticias, preparan el mal en sus lechos y lo llevan a cabo apenas despunta la mañana porque tienen el poder en sus manos!


Los judíos corroboraron la acusación diciendo que era como se había dicho.


Después su propio deseo, una vez consentido, engendra el pecado; y el pecado, una vez cometido, produce la muerte.


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