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Isaías 57:10 - Biblia Martin Nieto

10 Del largo camino estás cansada, y no dices: Me vuelvo atrás. Has reanudado el vigor de tus fuerzas, por eso no estás exhausta.

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Biblia Reina Valera 1960

10 En la multitud de tus caminos te cansaste, pero no dijiste: No hay remedio; hallaste nuevo vigor en tu mano, por tanto, no te desalentaste.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Se han cansado en su búsqueda, pero nunca se han dado por vencidos. El deseo les dio nuevas fuerzas, y no se fatigaron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Te has cansado de tanto caminar, pero no dijiste: 'No sigo más', pues renovabas tus energías, y no te agotaste.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 En el largo camino te cansaste, Pero no dijiste: Desistiré; Sino que hallaste en ello el avivamiento de tu fuerza, Y no te desalentaste.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Por tu largo viaje te cansaste, pero no dijiste: '¡Es desesperante!'. La vitalidad de tu falo hallaste, por eso no desfalleciste.

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Isaías 57:10
12 Tagairtí Cros  

Estás cansada de tantos consejeros. ¡Levántense, pues, y sálvense los que miden el cielo, los que observan las estrellas y anuncian para cada mes lo que va a suceder!


Pero ellos van a decir: '¡Es inútil, nosotros seguiremos nuestros caprichos y obraremos cada cual según la dureza de nuestro perverso corazón!'.


Ten cuidado, no se descalce tu pie y se seque tu garganta. Pero tú dices: '¡Déjame en paz; yo amo a extranjeros y tras ellos quiero irme!'.


¡Qué inconstante eres cambiando de caminos! ¡También con Egipto quedarás corrida como lo fuiste con Asiria!


Cesaron los aguaceros y la lluvia tardía no llegó; pero con tu rostro de mujer perdida ni siquiera te has sonrojado.


¡Oh Señor!, ¿no buscan tus ojos la verdad? Tú les has herido, y no han acusado el golpe; los has aplastado, y no han querido aprender la lección. Han endurecido su frente como la roca, han rehusado convertirse.


¡Fraude sobre fraude! ¡Engaño sobre engaño! No quieren conocerme -dice el Señor-.


Me ha cansado la fatiga mas no desaparece de ella su enorme herrumbre, que hasta el fuego resiste.


¿Es que no depende del Señor omnipotente que los pueblos trabajen para el fuego y las naciones se afanen para nada?


En un tiempo en que no había ley, yo estaba vivo; pero cuando llegó el mandamiento, el pecado revivió,


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