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Isaías 47:6 - Biblia Martin Nieto

6 Yo, irritado contra mi pueblo, dejé profanar mi heredad, la abandoné en tus manos; pero tú no tuviste compasión; sobre el anciano cargaste tu pesado yugo.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Me enojé contra mi pueblo, profané mi heredad, y los entregué en tu mano; no les tuviste compasión; sobre el anciano agravaste mucho tu yugo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Pues yo estaba enojado con mi pueblo escogido y lo castigué al dejar que cayera en tus manos. Sin embargo, tú, Babilonia, no les tuviste compasión. Hasta oprimiste a los ancianos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Me había enojado con mi pueblo y había rechazado a los míos. Los había entregado a tus manos, pero tú no tuviste compasión y, sobre el anciano, hiciste caer tu yugo aplastante.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Indignado contra mi pueblo, profané mi heredad, y la entregué en tu mano; No tuviste compasión de ellos; Abrumaste con tu yugo a los ancianos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Me enojé contra mi pueblo, profané mi heredad y los entregué en tus manos. Pero tú no te compadeciste de ellos. Sobre el anciano hiciste pesar tu yugo en demasía.

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Isaías 47:6
28 Tagairtí Cros  

David dijo a Gad: '¡Estoy en gran aprieto! Pongámonos en manos de Dios, porque es grande su misericordia, antes que caer en manos de los hombres'.


si mi padre os cargó un yugo pesado, yo lo haré más pesado todavía; si mi padre os castigó con azotes, yo os castigaré con latigazos'.


Había allí un profeta del Señor, llamado Obed, que salió al encuentro del ejército que regresaba a Samaría, y les dijo: 'El Señor, Dios de nuestros padres, en su ira contra los de Judá los ha entregado en vuestras manos; pero vosotros los habéis matado con furor tal, que ha subido hasta el cielo.


El Señor mandó contra ellos al rey de los caldeos, que pasó a espada a sus jóvenes en el santuario mismo, sin perdonar a nadie, ni joven ni virgen, ni anciano ni hombre encanecido. Dios los entregó a todos en sus manos.


Nabucodonosor llevó al destierro de Babilonia a todos los que habían escapado de la espada, los cuales pasaron a ser esclavos del rey y de sus hijos hasta el establecimiento del reino persa.


Pero nuestros padres irritaron al Dios del cielo, y él los entregó en manos del caldeo Nabucodonosor, rey de Babilonia, el cual destruyó este templo y deportó el pueblo a Babilonia.


que sus tierras se vuelvan un desierto, que en sus tiendas no haya quien habite;


Yo la enviaba contra una nación malvada; la mandaba contra un pueblo que me ha irritado, para robarlo, saquearlo y pisotearlo como el lodo de las calles.


Sus hijos serán despedazados ante sus mismos ojos; sus casas saqueadas, violadas sus mujeres.


que convertía en un desierto el mundo, que destruía las ciudades y no dejaba a sus cautivos salir de la prisión?


al que hería a los pueblos con saña golpeando sin tregua, y aplastaba con furia a las naciones pisoteando sin piedad.


tus jefes han profanado el santuario, por eso he entregado a Jaco al exterminio, y a Israel a los ultrajes.


Empuñan arco y jabalina, son bárbaros e inexorables; su ruido es como el bramido del mar; van a caballo, armado cada uno para la guerra contra Babilonia.


Ha uncido mis pecados sobre mí, su mano los ha entrelazado. Sobre mi cuello el yugo me quebranta las fuerzas. El Señor me ha entregado en sus manos y no puedo levantarme.


Escucha mi gemido: ¡no hay quien me consuele! Todos mis enemigos se alegran de mi ruina, de que tú lo hayas hecho. ¡Haz que llegue el día que habías anunciado, para que sean como yo!


El Señor ha destruido sin piedad todas las moradas de Jacob; ha derribado en su furor las fortalezas de la hija de Judá; ha postrado en tierra, ha profanado a su rey y a sus príncipes.


El rostro del Señor los dispersó, no volverá a mirarlos. No hubo respeto para los sacerdotes, ni se tuvo piedad de los ancianos.


Los príncipes fueron colgados por sus manos y el rostro de los ancianos no ha sido respetado.


Di a la casa de Israel: Esto dice el Señor Dios: Mirad, voy a profanar mi santuario, orgullo de vuestra fuerza, delicia de vuestros ojos, amor de vuestras almas. Vuestros hijos y vuestras hijas, que habéis dejado, caerán a espada.


Con el progreso de tu tráfico te llenaste de violencia y pecados, y yo te he arrojado del monte de Dios y te he exterminado, oh querubín protector, de entre las brasas ardientes.


Por las matanzas, por las injusticias cometidas contra tu hermano Jacob, quedarás cubierto de vergüenza y serás exterminado para siempre.


Sí, como vosotros bebisteis en mi monte santo, así beberán siempre todas las naciones; beberán, consumirán y serán luego como si jamás hubiesen sido.


Entonces el ángel del Señor continuó: Señor todopoderoso, ¿cuándo te compadecerás de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales estás tan indignado hace ya setenta años?


y estoy muy indignado contra las gentes que viven despreocupadamente; yo estaba un poco indignado, pero ellos han aumentado su maldad.


Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis seréis medidos.


gente de aspecto feroz, que no tendrá miramientos con el anciano, ni piedad con el niño.


Porque el juicio será sin misericordia para el que no ha tenido misericordia; pero la misericordia triunfa sobre el juicio.


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