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Isaías 20:2 - Biblia Martin Nieto

2 el Señor habló por medio de Isaías, hijo de Amós, y dijo: 'Anda, despójate del sayal de tu cintura y quítate las sandalias de tus pies'. Isaías lo hizo así, y andaba desnudo y descalzo.

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Biblia Reina Valera 1960

2 en aquel tiempo habló Jehová por medio de Isaías hijo de Amoz, diciendo: Ve y quita el cilicio de tus lomos, y descalza las sandalias de tus pies. Y lo hizo así, andando desnudo y descalzo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 el Señor le dijo a Isaías, hijo de Amoz: «Quítate la ropa de tela áspera que has estado usando y también las sandalias». Isaías hizo lo que se le indicó, y anduvo desnudo y descalzo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Entonces Yavé habló por medio de Isaías, hijo de Amós. Le había dicho: 'Te colgarás este saco de la cintura y te sacarás las sandalias de tus pies. Isaías lo hizo así y andaba sin ropa y descalzo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 En aquel tiempo YHVH habló por medio de Isaías ben Amoz, diciendo: Ve, despójate del cilicio de sobre tus lomos y quita el calzado de tus pies. Y lo hizo así, y andaba desnudo y descalzo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 -en aquel tiempo había hablado Yahveh por medio de Isaías, hijo de Amós, en estos términos: 'Anda, desata el sayal de tu cintura y descalza las sandalias de tus pies'. Así lo hizo: caminó desnudo y descalzo-,

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Isaías 20:2
27 Tagairtí Cros  

David subía la pendiente de los olivos; subía llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos, y todo el pueblo que le acompañaba iba también con la cabeza cubierta y llorando.


Cuando David volvió a su casa para bendecirla, Mical, hija de Saúl, le salió al encuentro y le dijo: '¡Qué bien ha quedado hoy el rey de Israel desnudándose ante la vista de las criadas de sus servidores, como lo haría un hombre cualquiera!'.


Le respondieron: 'Era un hombre velludo y con una correa de cuero ceñida a la cintura'. 'Es Elías, el tesbita', exclamó el rey.


Escúchame, Señor, y ten piedad de mí; socórreme, Señor.


Dios le dijo: 'No te acerques. Descálzate, porque el lugar en que estás es tierra santa'.


Visión que Isaías, hijo de Amós, tuvo acerca de Judá y Jerusalén en los días de Ozías. Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.


Oráculo contra Babilonia revelado a Isaías, hijo de Amós.


Luego mandó al mayordomo de palacio Eliaquín, al secretario Sebná y a los ancianos de los sacerdotes, vestidos de saco, donde el profeta Isaías, hijo de Amós.


Toda cabeza está rasurada, toda barba cortada; en todas las manos hay cortaduras, en todas las cinturas un cilicio.


Suspira en silencio, no hagas luto; cíñete el turbante a tu cabeza, ponte en los pies las sandalias; no te cubras la barba, no comas el pan del duelo'.


Llevaréis vuestro turbante a la cabeza y las sandalias en los pies; no os lamentaréis ni lloraréis, sino que os consumiréis a causa de vuestras iniquidades y os lamentaréis unos con otros.


'Hijo de hombre, toma un ladrillo, ponlo delante de ti y traza en él una ciudad, Jerusalén.


Yo te fijo los años de su pecado en un número de días: ciento noventa días cargarás con el pecado de la casa de Israel.


Tocad el cuerno, habitantes de Safir; no han salido de sus muros los habitantes de Saanán. Bet-ha-Esel ha sido destruida desde sus cimientos, desde sus firmes bases.


Por eso me lamentaré y gritaré, andaré descalzo y desnudo, lanzaré aullidos como los chacales, y lamentos como las avestruces.


En aquel día cada profeta se avergonzará de su visión mientras profetiza, y no se vestirá más con su manto de pelo para engañar.


Luego dijo a sus discípulos: 'El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.


Juan tenía un vestido de pelo de camello y un cinturón de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.


Entonces el discípulo preferido de Jesús dijo a Pedro: 'Es el Señor'. Simón Pedro, al oír que era el Señor, se vistió, pues estaba desnudo, y se echó al mar.


El hombre poseído del espíritu maligno saltó sobre ellos, se apoderó de los dos y los maltrató, de modo que escaparon de aquella casa desnudos y heridos.


el cual fue a nuestro encuentro, tomó el cinto de Pablo, se ató los pies y las manos, y dijo: 'Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán en Jerusalén los judíos al hombre de quien es este cinto y lo entregarán en manos de los paganos'.


El jefe del ejército del Señor le contestó: 'Descálzate, porque el lugar donde estás es sagrado'. Y Josué lo hizo así.


Yo haré que mis dos testigos profeticen vestidos de saco durante mil doscientos sesenta días'.


Allí se despojó también él de sus vestidos y profetizó en presencia de Samuel; después cayó desnudo en tierra y estuvo así todo el día y toda la noche. De ahí viene el dicho: '¿También Saúl entre los profetas?'.


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