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Isaías 17:8 - Biblia Martin Nieto

8 Ya no mirará más a los altares, obra de sus manos, ni contemplará lo que sus dedos hicieron: los troncos sagrados y las estelas del sol.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Y no mirará a los altares que hicieron sus manos, ni mirará a lo que hicieron sus dedos, ni a los símbolos de Asera, ni a las imágenes del sol.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Ya no buscarán ayuda de sus ídolos ni rendirán culto a lo que hicieron con sus propias manos. Nunca más se inclinarán ante los postes dedicados a la diosa Asera ni rendirán culto en los santuarios paganos que construyeron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Ya no se fijará más en lo que construyeron sus manos, ni contemplará lo que trabajaron sus dedos: los postes sagrados y los altares para el incienso.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y no mirará los altares que sus propias manos construyeron, Ni mirará lo que hicieron sus dedos, Ni a los símbolos de Asera,° Ni a las imágenes del sol.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 No mirará a los altares, hechura de sus manos, y no verá lo que hicieron sus dedos: las aserás y las estelas solares.

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Isaías 17:8
29 Tagairtí Cros  

Gritaron, pero no hubo salvador; clamaron al Señor, pero no hubo respuesta.


Restauró las ciudades fuertes de Judá aprovechando aquellos años en que el país gozaba de tranquilidad y no había guerra alguna, porque el Señor le había concedido la paz.


Cuando todo acabó, los israelitas que habían estado presentes recorrieron las ciudades de Judá destruyendo los cipos sagrados, las imágenes de Aserá, los lugares de culto de las colinas y los altares en todo Judá, Benjamín, Efraín y Manasés hasta su extinción total. Luego regresaron a sus ciudades, cada uno a su propiedad.


Fueron destruidos en su presencia los altares de Baal y los cipos que había sobre ellos. Rompió las imágenes de Aserá, los ídolos y las estatuas; los hizo polvo y lo esparció sobre las tumbas de quienes les habían ofrecido sacrificios.


Antes bien, destruid sus altares, romped sus estelas, destrozad sus cipos.


¡Oh, sí, tendréis vergüenza de los terebintos en que ahora os deleitáis, y os sonrojaréis de los jardines que tanto os gustan!


Sucederá aquel día que el resto de Israel y los supervivientes de la casa de Jacob dejarán de apoyarse en quien los hiere, y se apoyarán con lealtad en el Señor, el Santo de Israel.


Aquel día tus ciudades quedarán desiertas como las de los heveos y amorreos, que fueron abandonadas ante los israelitas; se convertirán en un desierto.


Su país está lleno de ídolos: ellos se postran ante la obra de sus manos, ante la hechura de sus dedos.


Así será perdonado el crimen de Jacob; éste será todo el precio del perdón de su pecado: que reduzca todas las piedras de los altares a piedras calizas pulverizadas; que no se alcen más columnas sagradas ni estelas solares.


Entonces tendrás como profanos los ídolos recubiertos de plata y las imágenes revestidas de oro, y los tirarás como objeto inmundo, diciendo: ¡Fuera de aquí!


han arrojado al fuego a sus dioses, porque no eran dioses, sino obras de manos humanas, madera y piedra; por esto han podido destruirlos.


Todos juntos son nada, nulidad son sus obras, aire y vacío sus ídolos.


Todo esto lo emplea el hombre para hacer fuego y le sirve para calentarse; lo enciende también para cocer el pan. Y con esto mismo se fabrica además un dios para prosternarse ante él, se hace un ídolo para adorarlo.


para memoria de sus hijos (sus altares y sus cipos sagrados junto a todo árbol verde, sobre los altos collados


Os rociaré con agua pura y os purificaré de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros ídolos.


Volverán a sentarse en mi sombra; cultivarán el trigo, florecerán como la viña y su renombre será como el del vino del Líbano.


Efraín..., ¿qué tengo yo que ver con los ídolos? Yo lo atenderé y lo protegeré. Yo soy como un pino siempre verde; de mí procede todo fruto.


Extirparé hombres y ganados, aves del cielo y peces del mar; haré caer a los malvados, exterminaré a los hombres de la superficie de la tierra -dice el Señor-.


En aquel día, palabra del Señor todopoderoso, extirparé de la tierra los nombres de los ídolos, y no se acordarán más de ellos; también haré desaparecer de la tierra los profetas y el espíritu de impureza.


Ésta será vuestra conducta con ellos: derribaréis sus altares, romperéis sus estelas, abatiréis sus cipos y quemaréis sus ídolos.


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