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Isaías 10:3 - Biblia Martin Nieto

3 ¿Qué vais a hacer el día de la invasión y de la catástrofe que se acerca de lejos? ¿A quién acudiréis para lograr socorro? ¿Dónde dejaréis vuestras riquezas?

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

3 ¿Y qué haréis en el día del castigo? ¿A quién os acogeréis para que os ayude, cuando venga de lejos el asolamiento? ¿En dónde dejaréis vuestra gloria?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 ¿Qué harán cuando yo los castigue, cuando envíe el desastre sobre ustedes desde una tierra lejana? ¿A quién acudirán en busca de ayuda? ¿Dónde estarán seguros sus tesoros?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 ¿Qué harán el día en que se arreglen las cuentas? ¿A dónde huirán, y quién los ayudará cuando, desde lejos, venga el desastre? ¿Dónde encerrarán sus riquezas?

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 ¿Qué haréis el día del escarmiento, cuando la tempestad° lejana se os venga encima? ¿A quién acudiréis por auxilio? ¿A quién ofreceréis vuestra riqueza

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 ¿Qué haréis el día del castigo, ante el desastre que llega de lejos? ¿A quién acudiréis en busca de auxilio y dónde dejaréis vuestra riqueza?

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Isaías 10:3
40 Tagairtí Cros  

Después oyó que los hijos de Labán andaban diciendo: 'Jacob se ha apoderado de lo que es de nuestro padre; a expensas de nuestro padre ha hecho toda esta riqueza'.


Fueron tras ellos hasta el Jordán y vieron que todo el camino estaba lleno de vestidos y objetos que habían tirado los sirios en su precipitada huida. Los mensajeros regresaron y comunicaron al rey la noticia.


¿qué podría hacer cuando surgiese Dios?; cuando juzgara, ¿qué le respondería?


En el día de la ira las riquezas de nada sirven, pero la justicia libra de la muerte.


¡Gritad, que el día del Señor se acerca; viene como una devastación del omnipotente!


Aquel día la gloria de Jacob será humillada y enflaquecerá la grasa de su carne.


Los habitantes de estas costas dirán aquel día: Mirad en lo que han parado aquellos en quienes confiábamos y a quienes acudíamos para que nos socorriesen y nos librasen del rey de Asiria. ¿Cómo podremos escapar nosotros?'.


Los muertos no revivirán, las sombras no resucitarán; porque los visitaste y aniquilaste, borrando todo recuerdo de ellos.


Pues el Señor sale de su morada para castigar los crímenes de los habitantes de la tierra. La tierra vomitará su sangre y no cubrirá ya más a sus víctimas.


El lecho será demasiado corto para estirarse, demasiado estrecha la manta para envolverse.


serás visitado por el Señor todopoderoso, con truenos, terremotos, gran estruendo, con huracán, tempestad y fuego devorador.


y habéis dicho: -¡No! ¡Huiremos a caballo! -¡Pues bien, huid! -Cabalgaremos en veloces corceles. -¡Pues bien, perseguidos seréis por pies veloces!


Todos se verán defraudados por un pueblo que de nada les sirve; que no les dará ayuda ni socorro, sino desengaño e ignominia.


El apoyo de Egipto será vano y vacío; por eso yo le llamo el monstruo perezoso.


Se estremecen en Sión los pecadores, el terror invade a los criminales. ¿Quién de nosotros podrá resistir ante el fuego abrasador; quién resistirá estas llamas eternas?


Entonces el profeta Isaías fue a decir al rey Ezequías: '¿Qué te han dicho esos hombres? ¿De dónde han venido?'. Ezequías respondió: 'Han venido de un país lejano, de Babilonia'.


Por eso el abismo ha ensanchado sus fauces, ha abierto su boca sin medida; ¡baja allá la grandeza (de Sión) y su turba bulliciosa y alegre!


Hace señal a un pueblo lejano, con silbido le llama desde el extremo de la tierra; mirad, ya se acerca veloz.


Prepararé devastadores contra ti, cada uno con sus hoces; talarán tus cedros más selectos, y al fuego los arrojarán.


Y tú, desolada, ¿qué vas a hacer? Aunque te vistas de púrpura y te adornes de joyas de oro, aunque te agrandes los ojos con cosméticos, en vano te pones bella. Tus amantes te desprecian, tu vida es lo que buscan.


Los profetas profetizan mentiras, los sacerdotes enseñan con su mal ejemplo. ¡Y mi pueblo en ello se complace! Mas ¿qué haréis cuando llegue el fin?


Alzad sobre los montes llantos y lamentos, una elegía por los pastizales de la estepa, pues han sido abrasados y nadie pasa ya por ellos ni se siente el mugir de los ganados. Aves del cielo y animales han huido, se han ido.


Efraín ha visto su enfermedad y Judá su llaga. Efraín ha acudido a Asiria y ha enviado mensajeros al gran rey; pero éste no podrá sanaros, ni curará vuestra llaga.


¿Qué haréis el día de la solemnidad, el día de la fiesta del Señor?


Ha llegado la hora del castigo, ha llegado la hora de la paga merecida; que lo sea Israel: el profeta es un necio, un loco el hombre inspirado, por tu gran crimen, por tu gran rebelión.


Como el hombre que huye del león, y le acosa un oso; entra en casa, pone su mano sobre la pared y le muerde una serpiente.


Entre ellos el mejor es como una zarza, el más justo como cerca de espinos. El día anunciado por el centinela llega, el día de ajustar cuentas; entonces reinará la confusión.


Ni la plata ni el oro que poseen podrán salvarlos. En el día de la ira del Señor la tierra entera será devorada por el fuego de su celo, pues él destruirá y exterminará de improviso a todos los habitantes de la tierra.


y te echarán al suelo. Matarán a todos tus habitantes y no dejarán de ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo en el que Dios te ha visitado'.


El Señor hará venir contra ti un pueblo lejano, desde los confines de la tierra, veloz como el águila, de lengua desconocida para ti;


Comportaos ejemplarmente en medio de los paganos, para que lo mismo que os calumnian como malhechores, al ver vuestras buenas obras glorifiquen a Dios el día que venga a visitarlos.


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