Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Isaías 1:2 - Biblia Martin Nieto

2 Escuchad, cielos; presta, tierra, oído, porque habla el Señor: He alimentado, he hecho crecer hijos, y ellos se han sublevado contra mí.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crie hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 ¡Escuchen, oh cielos! ¡Presta atención, oh tierra! Esto dice el Señor: «Los hijos que crie y cuidé se han rebelado contra mí.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 ¡Cielos y tierra, oigan! Escuchen la queja de Yavé: 'Crié hijos hasta hacerlos hombres, pero se rebelaron contra mí.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡Oíd, cielos, y tú, tierra, escucha, que habla YHVH! Crié hijos y los engrandecí, pero ellos se rebelaron contra mí.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Escucha, cielo; atiende, tierra que habla Yahveh: hijos crié y eduqué, y ellos se rebelaron contra mí.

Féach an chaibidil Cóip




Isaías 1:2
37 Tagairtí Cros  

Abandonó al Señor, Dios de sus padres, y no siguió sus caminos.


Al maestro de coro. Salmo de los hijos de Coré


Desde lo alto convoca a los cielos y a la tierra a presenciar el juicio de su pueblo:


¡Ay de estos hijos rebeldes! -dice el Señor-. Ejecutan proyectos que no son los míos; conciertan pactos, mas no según mi espíritu, de modo que acumulan pecado tras pecado.


Porque es un pueblo rebelde, hijos mentirosos, que no quieren oír la voz del Señor.


Volved a aquel de quien tanto os habéis apartado, hijos de Israel.


¡Acercaos, naciones, para oír, estad atentos, pueblos; escucha, tierra, y cuanto encierras, y tú, universo, con todo tu producto!


porque tú eres nuestro padre! Pues Abrahán no nos conoce, ni Israel se acuerda de nosotros. Tú, Señor, eres nuestro padre; nuestro libertador es tu nombre desde antiguo.


He tendido sin cesar mis manos hacia un pueblo rebelde, que caminaba por el mal camino tras sus propios caprichos;


Escuchad, haced caso, no seáis arrogantes: es el Señor el que habla.


¡Tierra, tierra, tierra, escucha la palabra del Señor!


Volved, hijos rebeldes, yo curaré vuestras rebeldías. 'Aquí estamos, a ti venimos, porque tú eres el Señor, nuestro Dios.


Entre lágrimas habían partido, entre consuelos los devuelvo junto a los arroyos de las aguas, por un camino llano, donde no dan traspiés. Pues soy un padre para Israel, Efraín es mi primogénito.


Escucha, tierra. He aquí que yo traigo la desgracia sobre este pueblo; es el fruto de sus rebeliones, porque no han atendido a mis palabras y han desechado mi ley.


Después di esta parábola a esa raza de rebeldes. Esto dice el Señor Dios: Arrima la olla, arrímala, y echa agua en ella.


por eso, escuchad, montes de Israel, la palabra del Señor. Esto dice el Señor Dios a los montes y a las colinas, a los torrentes y a los valles, a las ruinas desiertas y a las ciudades desoladas que han sido botín y blanco de burlas de las naciones circunvecinas.


Escuchad esta palabra que el Señor dirige contra vosotros, israelitas, contra toda la familia que saqué de Egipto:


Palabra del Señor dirigida a Miqueas, de Moréset, en tiempo de Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá. Sus visiones sobre Samaría y Jerusalén.


Escuchad, pueblos todos, presta oído, tierra y todo cuanto te llena; el Señor va a testificar contra vosotros, el Señor desde su santo templo.


Yo, en cambio, estoy lleno de fuerza, gracias al espíritu del Señor, de justicia y de fortaleza, para anunciar a Jacob su delito y a Israel su pecado.


El hijo honra a su padre, el siervo honra a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está el honor que me pertenece? Y si soy señor, ¿dónde el respeto que se me debe?, dice el Señor todopoderoso justamente a vosotros, sacerdotes, que mientras despreciáis mi nombre, todavía decís: ¿En qué hemos despreciado tu nombre?


Nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído'.


y en el desierto, donde el Señor, tu Dios, te sostenía, como un padre sostiene a su hijo, durante todo el camino recorrido hasta llegar aquí.


Yo pongo hoy por testigos al cielo y la tierra; pongo delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, para que vivas tú y tu descendencia,


'Escuchad, cielos, que voy a hablar. Oye, tierra, las palabras de mi boca.


desapareceréis de la tierra que vais a ocupar pasando el Jordán. No alargaréis en ella vuestros días; seréis enteramente destruidos. ¡Yo pongo hoy por testigos a los cielos y la tierra!


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí