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Isaías 1:18 - Biblia Martin Nieto

18 Venid, pues, y discutamos, dice el Señor. Aunque vuestros pecados sean como la grana, blanquearán como la nieve; si fueren rojos cual la púrpura, se volverán como la lana.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 »Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto —dice el Señor—. Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve. Aunque sean rojos como el carmesí, yo los haré tan blancos como la lana.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Ahora Yavé les dice: 'Vengan, para que arreglemos cuentas. Aunque sus pecados sean colorados, quedarán blancos como la nieve; aunque sean rojos como púrpura, se volverán como lana blanca.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Y venid después y estaremos a cuenta, dice YHVH: Aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; Aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca° lana.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Venid, pues, y discutamos, -dice Yahveh-: si son vuestros pecados como la grana, blanquearán como la nieve; si son rojos como el carmín, se volverán como la lana.

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Isaías 1:18
23 Tagairtí Cros  

¡Oh, si hubiera entre nosotros árbitro que pusiera la mano entre los dos,


Ya nací en la culpa, y en el pecado me concibió mi madre.


Purifícame con el hisopo, y quedaré puro; lávame, y quedaré más blanco que la nieve.


Tus jefes son unos rebeldes, compinches de ladrones; todos hambrean recompensas y van detrás de los regalos; no hacen justicia al huérfano, ni atienden la causa de la viuda.


El Señor se levanta ante el tribunal, en pie está para juzgar al pueblo.


Islas, guardad silencio ante mí; renovad, pueblos, vuestras fuerzas. Adelantaos para hablar, comparezcamos juntos en juicio.


Presentad vuestra causa, dice el Señor; aportad vuestras pruebas, dice el rey de Jacob.


He disipado como una nube tus delitos y como nublado tus pecados; vuélvete a mí, pues yo te he redimido.


Próximo está el que me hace justicia, ¿quién puede litigar conmigo? ¡Comparezcamos juntos! ¿Quién es mi demandante? ¡Preséntese ante mí!


Deje el malvado su camino, y el malhechor sus pensamientos; conviértase al Señor, que tendrá piedad de él; a nuestro Dios, que es generoso en el perdón.


Esto dice el Señor: ¿En qué me encontraron desleal vuestros padres para que se alejaran de mí? Corrieron en pos de la vanidad, y en vanidad se convirtieron ellos mismos.


Y si el criminal se aparta de la injusticia que había cometido y practica el derecho y la justicia, salvará su vida.


Ninguno de los delitos que ha cometido le será ya imputado. Ha practicado la justicia y el derecho, por tanto vivirá.


Escuchad, montes, el pleito del Señor, prestad oído, cimientos de la tierra, pues el Señor pleitea con su pueblo, entra en juicio contra Israel.


Pablo, según su costumbre, se presentó allí, y durante tres sábados discutió con ellos sobre las Escrituras,


Todos los sábados discutía en la sinagoga, intentando convencer a judíos y a griegos.


Cuando él hablaba de la justicia, la continencia y el juicio futuro, Félix, aterrorizado, dijo: 'Por ahora vete; te llamaré en ocasión oportuna'.


La ley llegó para que abundase el delito; pero donde abundó el delito, sobreabundó la gracia,


Yo le respondí: 'Señor, tú lo sabes'. Él me dijo: 'Ésos son los supervivientes de la gran persecución, y han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del cordero.


Ahora, acercaos. Quiero juzgaros ante el Señor y recordaros los beneficios que os ha hecho a vosotros y a vuestros padres.


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