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Hechos 14:1 - Biblia Martin Nieto

1 En Iconio entraron también en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal modo que muchos judíos y paganos abrazaron la fe.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Aconteció en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una gran multitud de judíos, y asimismo de griegos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Lo mismo sucedió en Iconio. Pablo y Bernabé fueron a la sinagoga judía y predicaron con tanto poder que un gran número de judíos y griegos se hicieron creyentes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 En Iconio ocurrió lo mismo. Pablo y Bernabé entraron en la sinagoga de los judíos y hablaron de tal manera que un gran número de judíos y griegos abrazaron la fe.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Aconteció en Iconio, que entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una gran multitud, tanto de judíos como de griegos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 En Iconio entraron, como de costumbre, en la sinagoga de los judíos y hablaron de tal manera que abrazó la fe una gran muchedumbre, tanto de judíos como de griegos.

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Hechos 14:1
33 Tagairtí Cros  

Esta mujer era pagana, sirofenicia de origen, y suplicaba a Jesús que echase de su hija al demonio.


Entre los que habían ido a Jerusalén para dar culto a Dios en la fiesta había algunos griegos.


Los judíos comentaban: '¿A dónde irá éste, que nosotros no podamos encontrarlo? ¿Se irá tal vez con los judíos emigrados entre los griegos para anunciar su doctrina a los griegos?


El Señor estaba con ellos, y un gran número creyó y se convirtió al Señor.


Cuando se disolvió la reunión, muchos judíos y prosélitos practicantes seguían a Pablo y a Bernabé, los cuales hablaban con ellos exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios.


Entonces Pablo y Bernabé dijeron con toda libertad: 'A vosotros había que anunciar antes que a nadie la palabra de Dios; pero ya que la rechazáis y no os juzgáis dignos de la vida eterna, nos vamos a los paganos.


Al llegar a Salamina, se pusieron a anunciar la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan como auxiliar.


Éstos sacudieron el polvo de sus pies contra ellos y se fueron a Iconio.


Llegaron de Antioquía e Iconio unos judíos que se ganaron a la gente. Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, dándolo por muerto.


Pero los judíos que no quisieron creer soliviantaron a los paganos y los indispusieron contra los hermanos.


Después de haber evangelizado aquella ciudad y haber hecho un buen número de discípulos, se volvieron a Listra, Iconio y Antioquía,


Llegó a Derbe y luego a Listra, donde había un discípulo llamado Timoteo, hijo de una judía creyente y de padre griego.


Los hermanos de Listra e Iconio hablaban muy bien de él.


Muchos judíos abrazaron la fe, así como gran número de paganos, mujeres distinguidas y hombres.


Discutía en la sinagoga con los judíos y con los prosélitos, y diariamente en la plaza con los que se encontraba.


Algunos de ellos se convencieron y se unieron a Pablo y Silas, así como muchos prosélitos griegos y buen número de mujeres nobles.


Todos los sábados discutía en la sinagoga, intentando convencer a judíos y a griegos.


Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; y muchos de los corintios que habían oído a Pablo creyeron y se bautizaron.


Esto duró dos años, de manera que todos los habitantes de Asia, tanto judíos como paganos, oyeron la palabra de Dios.


Esto se divulgó entre todos los habitantes de Éfeso, judíos y griegos; un gran temor se apoderó de todos ellos y se ensalzaba el nombre de Jesús, el Señor.


Pablo entró después en la sinagoga, donde habló con absoluta libertad durante tres meses, discutiendo y esforzándose por convencerlos acerca del reino de Dios.


alabando a Dios y gozando del favor de todo el pueblo. El Señor añadía cada día al grupo a todos los que entraban por el camino de la salvación.


instando a judíos y griegos a convertirse a Dios y a la fe en Jesús nuestro Señor.


gritando: 'Israelitas, ayudadnos: éste es el hombre que va enseñando por todas partes y a todos contra el pueblo, contra la ley, contra este lugar; más aún, ha metido a los griegos en el templo, profanando este lugar santo'.


Y en seguida se puso a predicar en las sinagogas proclamando que Jesús es el Hijo de Dios.


Yo no me avergüenzo del evangelio, que es poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del judío primero y también del griego.


No hay distinción entre el judío y el griego, porque Jesús es el mismo Señor de todos, rico para todos los que lo invocan.


Pues ni Tito, mi compañero, que era griego, fue obligado a circuncidarse,


No hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer, pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.


Ya no hay distinción entre griego y judío, circunciso o incircunciso, extranjero o ignorante, esclavo o libre, sino que Cristo es todo en todos.


en las persecuciones y en los sufrimientos que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra, donde tantas penalidades tuve que sufrir; pero de todas ellas me libró el Señor.


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