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Esdras 4:24 - Biblia Martin Nieto

24 Así tuvieron que suspender la reconstrucción del templo del Señor en Jerusalén, que no pudo ser reanudada hasta el año segundo del reinado de Darío, rey de Persia.

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Biblia Reina Valera 1960

24 Entonces cesó la obra de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Por lo tanto, se detuvo la obra del templo de Dios en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el segundo año del reinado de Darío, rey de Persia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Así fue como se suspendieron los trabajos del Templo de Dios en Jerusalén y así se siguió hasta el segundo año del reinado de Darío, rey de Persia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Y cesó la obra de la Casa de Dios que está en Jerusalem, y fue interrumpida hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Así quedó paralizada la obra del templo de Dios en Jerusalén. Estuvo suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío, rey de Persia.

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Esdras 4:24
19 Tagairtí Cros  

El mes segundo del año segundo de su llegada al templo de Dios en Jerusalén, Zorobabel, hijo de Sealtiel; Josué, hijo de Yosadac, con el resto de sus hermanos, sacerdotes y levitas, y todos los que habían vuelto del destierro a Jerusalén, pusieron manos a la obra y encargaron a los levitas de veinte años para arriba la dirección de los trabajos del templo del Señor.


Tan pronto como leyeron la carta del rey Artajerjes, el gobernador Rejún, el secretario Simsay y sus colegas fueron inmediatamente a Jerusalén y obligaron por la fuerza a los judíos a parar las obras.


Sobornaron además contra ellos a algunos funcionarios del rey para hacer fracasar su proyecto. Este estado de cosas duró todo el tiempo que aún reinó Ciro, rey de Persia, hasta el reinado de Darío, rey de Persia.


Los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Idó, comenzaron a profetizar a los judíos residentes en Jerusalén y Judá en el nombre del Dios de Israel, y a su impulso


Pero los ojos de su Dios velaban sobre los dirigentes judíos, y no les obligaron a parar la obra hasta que se mandara un informe a Darío y se recibiera su respuesta.


El rey Darío ordenó que se hiciera investigación en Babilonia, en los depósitos donde se guardaban los archivos,


Así los dirigentes judíos continuaron las obras con éxito, confortados por la palabra inspirada de los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Idó. Y llevaron a feliz término la reconstrucción, en conformidad con el mandato del Dios de Israel y con la orden de Ciro, de Darío y de Artajerjes, reyes de Persia.


El templo fue terminado el día tres del mes de adar, el año sexto del reinado de Darío.


les mandé a decir: 'Estoy ocupado en una obra importante y no me es posible ir; la obra se pararía si la dejo para ir a veros'.


Lo que intentaban era meternos miedo, pensando que dejaríamos el trabajo, y la obra no se llegaría a realizar. Pero, por el contrario, yo proseguí con más ánimo.


es breve la alegría del malvado, su gozo es sólo de un instante?


Ahora pues, te anunciaré la verdad. Mira, todavía habrá tres reyes en Persia. El cuarto superará en riqueza a todos los precedentes y, en cuanto se haya hecho poderoso por sus riquezas, lanzará todas sus fuerzas contra el rey de Grecia.


Sábelo, pues, y entiéndelo bien: Desde que se dio la orden de restaurar Jerusalén hasta que surja un príncipe ungido, habrá siete semanas. Durante sesenta y dos semanas, plaza y muros serán restaurados en medio de la angustia de los tiempos.


El año segundo del rey Darío, en el mes sexto, el día primero del mes, fue dirigida esta palabra del Señor, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Yehosadac, sumo sacerdote, en estos términos:


Era el día veinticuatro del mes sexto.


Y ahora estad atentos desde hoy en adelante. Antes de poner una piedra sobre otra en el templo del Señor,


Estad, pues, atentos de ahora en adelante -a partir del veinticuatro del mes noveno-; desde el día en que se pusieron los cimientos del templo del Señor, estad atentos:


El mes octavo del año segundo de Darío fue dirigida esta palabra del Señor al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Idó:


Y así, una y otra vez nos propusimos, en particular yo, Pablo, ir a veros; pero Satanás nos lo impidió.


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