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Efesios 5:26 - Biblia Martin Nieto

26 a fin de santificarla por medio del agua del bautismo y de la palabra,

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Biblia Reina Valera 1960

26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 a fin de hacerla santa y limpia al lavarla mediante la purificación de la palabra de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Y después de bañarla en el agua y la Palabra para purificarla, la hizo santa,

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua con la palabra,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 para santificarla, purificándola con el baño de agua por la palabra,

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Efesios 5:26
35 Tagairtí Cros  

Te lavé con agua, te limpié tu sangre y te ungí con óleo;


Os rociaré con agua pura y os purificaré de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros ídolos.


El sacerdote que hace el rito de la purificación pondrá al que se va a purificar, juntamente con sus ofrendas, a la entrada de la tienda de la reunión delante del Señor;


Es, en efecto, el día en que se hará el rito de absolución sobre vosotros para purificaros; seréis purificados de todos vuestros pecados delante del Señor.


Hizo que se acercaran Aarón y sus hijos, y los lavó con agua.


En aquel día brotará un manantial para la casa de David y los habitantes de Jerusalén, para lavar los pecados e impurezas.


Jesús le dijo: 'El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, pues está completamente limpio; y vosotros estáis limpios, aunque no todos'.


Vosotros estáis ya limpios por la palabra que os he dicho.


'Mi Padre es glorificado si dais mucho fruto y sois mis discípulos.


Ahora han conocido que todo lo que me confiaste viene de ti;


Jesús respondió: 'Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.


Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, bautízate y lava tus pecados invocando su nombre.


a abrirles los ojos, para que pasen de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios; para que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los consagrados.


Pero ¿qué dice la Escritura? La palabra está cerca de ti, en tu boca, en tu corazón, esto es, la palabra de la fe que proclamamos.


Eso erais antes algunos; pero habéis sido lavados, consagrados y justificados en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.


Tengo celos divinos de vosotros, porque os he desposado con un solo marido, os he presentado a Cristo como una virgen pura.


Tomad también el yelmo de la salud y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios,


Que la palabra de Cristo viva entre vosotros con toda su riqueza. Enseñaos y aconsejaos unos a otros con talento. Con profundo agradecimiento cantad a Dios salmos, himnos y canciones religiosas.


que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien.


Y en virtud de esta voluntad nosotros somos santificados, de una vez para siempre, por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo.


Porque por una ofrenda única ha hecho perfectos para siempre a aquellos que santifica.


acerquémonos con un corazón sincero, con fe perfecta, purificados los corazones de toda mancha de la que tengamos conciencia, y el cuerpo lavado con agua pura.


¿de cuánto mayor castigo pensáis vosotros que será digno quien haya pisoteado al Hijo de Dios y haya tratado como cosa profana la sangre de la alianza por la cual fue santificado, y haya ultrajado el Espíritu de la gracia?


Por eso también Jesucristo, para santificar al pueblo por su propia sangre, murió fuera de la ciudad.


Pues la palabra de Dios es viva y eficaz y más aguda que espada de dos filos; ella penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las articulaciones y de la médula, y es capaz de juzgar los sentimientos y los pensamientos.


¿cuánto más la sangre de Cristo, que por virtud del Espíritu eterno se ofreció a sí mismo a Dios como víctima inmaculada, purificará nuestra conciencia de sus obras muertas, para servir al Dios vivo?


Él nos ha engendrado según su voluntad por la palabra de la verdad, para que seamos como las primicias de sus criaturas.


elegidos por designio de Dios Padre para ser santificados por el Espíritu para obedecer a Jesucristo y ser purificados con su sangre os deseo la gracia y la paz en abundancia


agua que presagiaba el bautismo, que ahora os salva a vosotros, no mediante la purificación de la inmundicia corporal sino mediante la súplica hecha a Dios por una conciencia buena la cual recibe su eficacia de la resurrección de Jesucristo,


Al contrario, el que carece de ellas es ciego y miope, que se ha olvidado de purificar sus antiguos pecados.


Es él, Jesucristo, el que ha venido con agua y sangre; no sólo con agua, sino con agua y sangre. Y es el Espíritu el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.


Judas, siervo de Jesucristo, hermano de Santiago, a los elegidos y amados de Dios Padre y conservados para Jesucristo:


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