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Eclesiastés 3:19 - Biblia Martin Nieto

19 Porque la suerte de los hombres y la suerte de las bestias es la misma; la muerte del uno es como la del otro; ambos tienen un mismo aliento; y la superioridad del hombre sobre la bestia es nula, porque todo es vanidad.

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Biblia Reina Valera 1960

19 Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Pues tanto las personas como los animales tienen el mismo destino: ambos respiran y ambos mueren. Así que las personas no tienen una verdadera ventaja sobre los animales. ¡Qué absurdo!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Pues hombre y bestia tienen la misma suerte; la muerte es tanto para uno como para el otro. El aliento es el mismo y el hombre no tiene nada más que el animal. Esa es otra cosa que no tiene sentido,

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 porque lo mismo que sucede al hombre sucede a la bestia, un mismo suceso es: como muere uno, así muere el otro. Todos tienen un mismo aliento. El hombre no tiene ventaja sobre el animal, porque todo es vanidad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Porque una es la suerte del hombre y de la bestia: muere aquél como ésta muere, y uno solo es el hálito de ambos. No tiene, pues, ventaja el hombre sobre la bestia: todo es vanidad.

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Eclesiastés 3:19
18 Tagairtí Cros  

Porque todos morimos y somos como agua derramada en tierra y que no puede recogerse. Dios no quita la vida, ni quiere que el fugitivo esté exiliado lejos de él.


si escondes tu rostro, se acobardan; si retiras tu soplo, expiran y retornan al polvo;


Las tumbas son para siempre sus mansiones, sus moradas eternas, por más que hayan dado sus nombres a sus tierras.


El hombre en su riqueza no comprende que es igual a las bestias que perecen.


un día llegará en que se muera y no verá la luz nunca jamás.


He visto todo lo que se hace bajo el sol, y he aquí que todo es vanidad y dar caza al viento.


Me dediqué a conocer la sabiduría y la ciencia, la locura y la necedad, y comprendí que también eso es dar caza al viento.


El sabio tiene ojos en su cabeza y el necio camina en la oscuridad. Pero también sé muy bien que ambos tienen una misma suerte.


Porque no hay recuerdo eterno ni del sabio ni del necio, pues en los días que siguen todos son olvidados. ¡Así es; el sabio muere como el necio!


Mejor es ir a casa de duelo que a casa de banquete, porque aquél es el fin de todo hombre, y el vivo con eso reflexiona.


El hombre no conoce su hora: como los peces que son apresados en la red fatal y como los pájaros que se enredan en el lazo, así los hombres se dejan enredar por el infortunio cuando de improviso cae sobre ellos.


vanidad. Porque todos tienen una misma suerte: el justo y el injusto, el bueno y el malo, el puro y el impuro, el que ofrece sacrificios y el que no los ofrece; lo mismo el bueno que el pecador, el que jura que el que teme hacer un juramento.


si estas gentes mueren de muerte natural, alcanzados por la sentencia común a todos los hombres, es que no me ha enviado el Señor;


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