Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Daniel 3:7 - Biblia Martin Nieto

7 Con tal motivo, en cuanto se oyó sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoña y toda clase de instrumentos de música, todos los pueblos, naciones y gentes de todas las lenguas se prosternaron y adoraron la estatua de oro levantada por el rey Nabucodonosor.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

7 Por lo cual, al oír todos los pueblos el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Así que al sonido de los instrumentos musicales, toda la gente, de cualquier raza, nación o lengua, se inclinó rostro en tierra y rindió culto a la estatua de oro que había levantado el rey Nabucodonosor.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Por eso, cuando todos los pueblos oyeron el sonido de la trompeta, el cuerno, la cítara, la flauta, el trombón, la gaita y de cualquier otro instrumento, los hombres de todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron en tierra y adoraron la estatua de oro erigida por el rey Nabucodonosor.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Por lo cual, al momento en que los diversos pueblos oyeron el son de la corneta y del silbato, del tamboril, del arpa y del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, los pueblos de toda nación y lengua se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había hecho levantar.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Por eso, cuando todos los pueblos oyeron el sonido de la trompeta, de la flauta, de la cítara, de la sambuca, del salterio, de la cornamusa y de toda suerte de instrumentos de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron para adorar la estatua de oro que había erigido el rey Nabucodonosor.

Féach an chaibidil Cóip




Daniel 3:7
15 Tagairtí Cros  

Una copa de oro era Babilonia en las manos del Señor; toda la tierra emborrachaba; de su vino bebieron las naciones, y por eso deliraban.


Entonces el rey Nabucodonosor cayó rostro en tierra y se postró ante Daniel y ordenó que le ofrecieran sacrificios e incienso.


Tú, oh rey, has decretado que todo hombre, apenas oiga sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoña y toda clase de instrumentos de música, se postre y adore la estatua de oro,


Y el pregonero gritó con fuerza: 'A vosotros, pueblos, naciones y lenguas, se os hace saber:


En el momento en que oigáis sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoña y toda clase de instrumentos musicales, os prosternaréis y adoraréis la estatua que ha levantado el rey Nabucodonosor.


Aquellos que no se prosternen y la adoren serán al punto arrojados en un ardiente horno de fuego'.


Sin embargo, algunos caldeos se presentaron a acusar a los judíos.


El cual ha permitido en las pasadas generaciones que todas las naciones siguiesen sus caminos;


Nosotros sabemos que somos de Dios, y que todo el mundo está en poder del maligno.


Y fue precipitado a la tierra el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama 'Diablo' y 'Satanás', el seductor del mundo entero, y sus ángeles fueron precipitados con él.


Con los prodigios que le ha sido concedido realizar en presencia de la bestia seduce a los habitantes de la tierra y les dice que hagan una estatua a la bestia (la que fue herida con espada y revivió).


Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su llaga mortal había sido curada. Toda la tierra, maravillada, seguía a la bestia.


La adorarán todos los habitantes de la tierra, cuyos nombres no están escritos desde el principio del mundo en el libro de la vida del cordero degollado.


La bestia que has visto era, pero ya no es; va a subir del abismo y a encaminarse hacia su ruina. Los habitantes de la tierra, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se llenarán de estupor cuando vean reaparecer a la bestia que era y ya no es.


Pero la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta, que con sus prodigios ante la otra bestia había seducido a los que llevaban la marca de la bestia y habían adorado su estatua. Y fueron arrojadas vivas las dos a un estanque de fuego, de azufre ardiente.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí