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Daniel 3:17 - Biblia Martin Nieto

17 Si nuestro Dios, a quien nosotros veneramos, quiere librarnos del ardiente horno de fuego y de tus manos, oh rey, nos librará.

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Biblia Reina Valera 1960

17 He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Si nos arrojan al horno ardiente, el Dios a quien servimos es capaz de salvarnos. Él nos rescatará de su poder, su majestad;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Si nuestro Dios, al que servimos, quiere salvarnos del horno ardiente y de tu mano, nos salvará.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 ¡He aquí, nuestro Dios a quien servimos, existe! Él tiene poder, oh rey, para librarnos del horno de fuego abrasador y librarnos de tus manos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Desde luego, nuestro Dios, a quien servimos, puede librarnos y nos librará del horno de fuego ardiente y de tus manos, ¡oh rey!

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Daniel 3:17
34 Tagairtí Cros  

Abrán tenía noventa y nueve años cuando se le apareció el Señor y le dijo: 'Yo soy Dios todopoderoso; procede según mi voluntad y sé perfecto.


¿Hay algo difícil para el Señor? De aquí a un año volveré, y Sara tendrá un hijo'.


Si él sigue inmóvil, ¿quién puede conmoverle? Si retira su rostro, ¿quién puede percibirle? Pero aún sigue vigilando sobre naciones e individuos,


Seis veces te librará de la angustia, y siete el mal alejará.


Nuestro Dios está en los cielos, él hace todo lo que quiere.


La salvación de los justos viene del Señor, él es su fortaleza en tiempos de peligro;


el Señor los ayuda y los libra, los libra de los malvados y los salva porque en él han buscado su refugio.


como en un sueño, al despertar, Señor, así, cuando despiertas, borras hasta su imagen.


Dios es mi salvador; confío en él, no temo, porque mi fuerza y mi júbilo es el Señor; él es mi salvación.


Serás fundada en la justicia, y estarás a salvo de la opresión, pues nada temerás; a salvo de la destrucción, que nunca más te alcanzará.


No tengas miedo de ellos, porque yo estoy contigo para protegerte, dice el Señor'.


Yo te constituiré para este pueblo, cual muralla de bronce inconmovible. Lucharán contra ti, mas no te vencerán, pues yo estaré contigo para salvarte y librarte -dice el Señor-.


Te libraré de la mano de los malvados y te arrancaré de las garras de los violentos'.


'Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres; que tu nombre sea glorificado por los siglos.


Pero aquellos hombres se presentaron atropelladamente ante el rey y le dijeron: 'No olvides, oh rey, que, según la ley de los medos y los persas, ninguna prohibición o edicto que haya dado el rey puede ser revocada'.


Mi Dios ha mandado a su ángel, que ha cerrado la boca de los leones, y no me han hecho ningún mal, porque soy inocente a sus ojos; y tampoco ante ti, oh rey, he cometido falta alguna'.


He dado la orden de que en todos los dominios de mi reino tiemblen todos y teman ante el Dios de Daniel: Porque él es el Dios vivo, que existe por los siglos; su reino no será jamás destruido y su imperio no tendrá fin.


Pero yo clavo mis ojos en el Señor; yo espero en Dios, mi salvador; mi Dios me escuchará.


porque no hay nada imposible para Dios'.


Pero a mí no me preocupa mi vida ni la juzgo estimable, con tal de acabar mi carrera y cumplir el ministerio que he recibido de Jesús, el Señor, de anunciar la buena nueva, la gracia de Dios.


Pablo respondió: '¿Qué hacéis llorando y partiéndome el corazón? Yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre de Jesús, el Señor'.


¿Qué más podremos decir? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?


Él es quien nos libró de aquel peligro mortal y nos seguirá librando. Esperamos que lo siga haciendo en adelante


De ahí proviene que pueda salvar perfectamente a aquellos que por él se acercan a Dios, estando siempre vivo para interceder en su favor.


Y añadió: 'El Señor, que me ha librado de las garras del león y del oso, me librará de las manos de ese filisteo'. Saúl dijo a David: '¡Vete, y que el Señor esté contigo!'.


Hoy el Señor te entregará en mis manos, te mataré, te cortaré la cabeza y hoy mismo daré tu cadáver y los cadáveres de los ejércitos filisteos, a las aves del cielo y a las bestias del campo, y todo el mundo sabrá que hay un Dios en Israel,


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