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Cantares 6:9 - Biblia Martin Nieto

9 nica es mi paloma, única mi perfecta; ella, la única de su madre, la preferida de la que le dio a luz. Las doncellas la han visto y la han felicitado, reinas y concubinas la han bendecido: Ellas:

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Biblia Reina Valera 1960

9 Mas una es la paloma mía, la perfecta mía; Es la única de su madre, La escogida de la que la dio a luz. La vieron las doncellas, y la llamaron bienaventurada; Las reinas y las concubinas, y la alabaron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 yo todavía elegiría a mi paloma, a mi mujer perfecta, la favorita de su madre, muy amada por quien la dio a luz. Las jóvenes la ven y la alaban; hasta las reinas y las concubinas del palacio le entonan alabanzas:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 pero una sola es mi paloma, mi toda perfecta. Ella es la hija única de su madre, la preferida de la que la engendró. Las jóvenes que la ven la felicitan, reinas y concubinas la alaban.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Una sola es mi paloma, la perfecta mía, Una sola, predilecta de su madre. Las doncellas la vieron, Y la llamaron bienaventurada, La alabaron las reinas y las concubinas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Pero una es mi paloma, mi perfecta, la única de su madre, la preferida de la que la alumbró. Al verla, las doncellas la agasajan, las reinas y las esposas la celebran.

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Cantares 6:9
14 Tagairtí Cros  

y Lía dijo: '¡Para dicha mía!, porque las mujeres me dirán dichosa'. Y le llamó Aser.


y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas que pervirtieron su corazón.


Nuestra boca se nos llenó de risa y nuestra lengua de cantares. Entonces se decía entre las gentes: 'El Señor ha hecho por ellos grandes cosas'.


Mirra, áloe y acacia rezuman tus vestidos, en el salón de los marfiles música de arpas te recrea.


Paloma mía, en las grietas de las peñas, en escarpados escondrijos, muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz, porque tu voz es dulce y tu rostro encantador'.


Ella: Yo dormía, pero mi corazón velaba... ¡Una voz! Mi amor me llama: ' breme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, mi perfecta; mi cabeza está cubierta de rocío; mis bucles, del relente de la noche...'.


Sí, desde la cima de la roca lo veo, desde lo alto de las colinas lo contemplo. Es un pueblo que vive aparte, que no se cuenta entre las naciones.


Pero la Jerusalén de arriba es libre, la cual es madre nuestra,


¡Dichoso tú, Israel! / ¿Quién como tú, pueblo vencedor? / Dios es el escudo que te protege, / la espada en marcha / que te conduce al triunfo. / Te adularán tus enemigos / para corromperte, / pero tú aplastarás su orgullo'.


cuando aquel día se presente glorioso entre los suyos y admirable para todos los que creyeron. Ahora bien, vosotros habéis recibido nuestro testimonio.


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