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2 Timoteo 2:7 - Biblia Martin Nieto

7 Creo que comprendes lo que te quiero decir. En todo caso, el Señor te lo hará comprender.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Piensa en lo que te digo. El Señor te ayudará a entender todas estas cosas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 seguramente el Señor hará que lo comprendas todo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Considera bien lo que quiero decir, ciertamente el Señor te dará° entendimiento en todo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Piensa bien lo que te estoy diciendo, pues el Señor te lo hará comprender todo.

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2 Timoteo 2:7
40 Tagairtí Cros  

Que el Señor te dé sabiduría e inteligencia cuando te constituya sobre Israel, para que puedas observar la ley del Señor, tu Dios.


Concede a mi hijo Salomón un corazón perfecto para que guarde tus mandamientos, tus preceptos y tus leyes, para que los ponga en práctica y construya el templo que yo te he preparado'.


yo soy tu siervo, dame inteligencia para que aprenda tus decretos.


tus decretos son la justicia definitiva, hazme inteligente y viviré.


Tus manos me han hecho y me han formado; instrúyeme y aprenderé tus mandamientos.


sus propias palabras les harán caer, los que los vean se burlarán de ellos.


Vi aquello y reflexioné, y de cuanto contemplé saqué esta lección:


Conoce el buey a su señor y el asno el pesebre de su amo. Israel, en cambio, no conoce; mi pueblo no comprende.


El que le enseña esta práctica es su Dios, que lo instruye.


Cítara y arpa, tambor, flauta y vino no faltan en sus banquetes; pero no piensan en la obra del Señor, no atienden a la hechura de sus manos.


Dios concedió a aquellos cuatro jóvenes ciencia e inteligencia en materia de escritura y en sabiduría. Daniel, en particular, sabía interpretar toda clase de visiones y sueños.


pues yo os daré un lenguaje y una sabiduría que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios.


Entonces les abrió la inteligencia para que entendieran las Escrituras. Y les dijo:


'Grabaos bien estas palabras: El hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres'.


pero el defensor, el Espíritu Santo, el que el Padre enviará en mi nombre, él os lo enseñará todo y os recordará todo lo que os he dicho'.


Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará a la verdad completa. Pues no os hablará por su cuenta, sino que os dirá lo que ha oído y os anunciará las cosas venideras.


y lo libró de todas sus tribulaciones; le dio una gran sabiduría, con lo que se ganó el favor del Faraón, rey de Egipto, que lo hizo gobernador de Egipto y de toda la casa real.


Así, el Espíritu a uno le concede hablar con sabiduría; a otro, por el mismo Espíritu, hablar con conocimiento profundo;


Si fueran sabios lo comprenderían / y sabrían intuir lo que les espera.


Reconócelo y medítalo en tu corazón: el Señor es Dios allá arriba en los cielos y aquí abajo en la tierra; es él, y no hay otro.


Por lo demás, hermanos, considerad lo que hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de buena fama, de virtuoso, de laudable;


Por esta razón nosotros, desde el día en que lo oímos, no cesamos de rogar y pedir por vosotros, para que seáis llenos del conocimiento de su voluntad con toda sabiduría e inteligencia espiritual,


Pon tu atención en estas cosas, entrégate de lleno a ellas, para que todos vean tus progresos.


Si el labrador quiere recoger la cosecha, antes tiene que trabajar el campo.


Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, del linaje de David, según el evangelio que predico,


Pensad, pues, continuamente en aquel que soportó tan grande contradicción de parte de los pecadores, para que no desfallezcáis perdiendo el ánimo.


Acordaos de vuestros jefes, aquellos que os anunciaron la palabra de Dios; y, considerando el fin de su vida, imitad su fe.


Por eso, hermanos, miembros del pueblo de Dios, partícipes de una vocación celeste, considerad al apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos, a Jesús,


Considerad, pues, la dignidad de aquel a quien el mismo patriarca Abrahán dio la décima parte de lo mejor del botín.


Si alguno de vosotros está falto de sabiduría, que se la pida a Dios -que a todos da con generosidad y sin echarlo en cara-, y le será concedida.


Esta sabiduría no viene de arriba, sino que es terrena, sensual, endemoniada;


La sabiduría de arriba, por el contrario, es ante todo pura, pacífica, condescendiente, conciliadora, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial, sin hipocresía.


Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para conocer al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Él es el verdadero Dios y la vida eterna.


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