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2 Samuel 24:10 - Biblia Martin Nieto

10 Después de haber hecho el censo del pueblo, David sintió que le remordía la conciencia, y dijo al Señor: '¡He cometido un gran pecado por haber hecho esto! Señor, perdona el pecado de tu siervo, porque he obrado como un insensato'.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Pero después de haber levantado el censo, a David le comenzó a remorder la conciencia, y le dijo al Señor: «He pecado grandemente por haber hecho este censo. Señor, te ruego que perdones mi culpa por haber cometido esta tontería».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Pero en seguida el corazón de David se puso a palpitar; ¡había censado al pueblo! Le dijo a Yavé: 'Cometí un grandísimo pecado. Perdona, Yavé, ahora, el pecado de tu servidor: actué como un tonto'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Pero después que David hizo contar al pueblo, le remordió el corazón. Así que David dijo a YHVH: He pecado gravemente al haber hecho esto. Ahora, oh YHVH, te ruego que perdones la iniquidad de tu siervo, porque he obrado neciamente.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Pero a David le remordía el corazón por haber hecho el censo del pueblo y dijo a Yahveh: 'He cometido un gran pecado en lo que he hecho. Perdona, pues, ahora, oh Yahveh, la falta de tu siervo, porque he obrado muy neciamente'.

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2 Samuel 24:10
27 Tagairtí Cros  

David dijo a Natán: 'He pecado contra el Señor'. Entonces Natán dijo a David: 'El Señor, por su parte, ha perdonado tu pecado. No morirás.


Cuando David vio al ángel que azotaba al pueblo, dijo al Señor: 'Yo soy quien ha pecado y ha obrado mal; pero estos otros, el rebaño, ¿qué han hecho? Que tu mano caiga sobre mí y sobre mi familia'.


Cuando se cierre el cielo y no haya lluvia por haber pecado contra ti, si rezan en este lugar, te confiesan su pecado y se arrepienten a causa de tu castigo,


Dios vio con malos ojos el censo y castigó a Israel.


David dijo entonces a Dios: 'He cometido un gran pecado. Perdona el pecado de tu siervo, pues he obrado como un insensato'.


Pues los ojos del Señor recorren toda la tierra para sostener a cuantos le sirven de todo corazón. Tú has obrado como un insensato, por lo cual a partir de ahora vivirás en guerra'.


Pero Ezequías se arrepintió de su soberbia y con él todos los habitantes de Jerusalén, por lo que la ira del Señor no cayó sobre ellos en vida de Ezequías.


¿Por qué mi ofensa no toleras y no ignoras mi delito?


Te he confesado mi pecado y no oculté mi falta; yo dije: 'Confesaré mis faltas al Señor', y tú me has absuelto de todos mis delitos.


El Faraón llamó a toda prisa a Moisés y a Aarón y les dijo: 'He pecado contra el Señor, vuestro Dios, y contra vosotros.


El que oculta sus faltas no prosperará, el que las reconoce y las abandona obtendrá misericordia.


Israel, vuelve al Señor, tu Dios, porque por tu culpa te ha hecho caer.


Y ahora -dice el Señor- volved a mí de todo corazón con ayunos, llantos y lamentos;


Aarón dijo a Moisés: '¡Por favor, mi señor! No cargues sobre nosotros el peso del pecado que neciamente hemos cometido, del cual somos culpables.


adulterios, avaricia, maldad, engaño, desenfreno, envidia, blasfemia, soberbia y estupidez.


Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: 'Éste es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.


Al oír estas palabras, se fueron uno tras otro, comenzando por los más ancianos, y se quedó Jesús solo, con la mujer allí en medio.


¿Así pagáis al Señor, / pueblo insensato y necio? / ¿No es él tu padre y tu creador? / ¿No es él el que te hizo y te constituyó?


Nosotros también en otro tiempo fuimos unos locos, desobedientes, descarriados, esclavos de toda clase de concupiscencias y placeres, malos y envidiosos, odiados de todos y odiándonos mutuamente unos a otros.


Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es justo y fiel, nos perdona nuestros pecados y nos purifica de toda injusticia.


Samuel le respondió: '¡Has obrado neciamente! Si hubieras observado el mandamiento que el Señor, tu Dios, te había dado, entonces el Señor habría consolidado por siempre tu realeza sobre Israel.


Y los hombres de David le dijeron: 'Mira, hoy es el día del que te dijo el Señor: Yo pongo a tu enemigo en tu mano; trátale como bien te parezca'. David se levantó y sigilosamente cortó la orla del manto de Saúl.


Después le remordía la conciencia por haber cortado la orla del manto de Saúl.


Entonces Saúl dijo: 'He pecado. Vuelve, hijo mío, David, pues no volveré a hacerte mal, porque mi vida ha sido hoy preciosa a tus ojos. He obrado como un insensato y me he engañado lamentablemente'.


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