Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





2 Samuel 19:8 - Biblia Martin Nieto

8 Levántate, sal y habla al corazón de tus soldados; porque te juro por el Señor que, si no sales, no quedará contigo esta noche ni un solo hombre, y esto sería para ti el mayor de todos los males que hayan venido sobre ti desde tu juventud hasta hoy'.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

8 Entonces se levantó el rey y se sentó a la puerta, y fue dado aviso a todo el pueblo, diciendo: He aquí el rey está sentado a la puerta. Y vino todo el pueblo delante del rey; pero Israel había huido, cada uno a su tienda.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Así que el rey salió y tomó su lugar a las puertas de la ciudad y, a medida que se corría la voz por la ciudad de que él estaba allí, todos iban a él. Mientras tanto, los israelitas que habían apoyado a Absalón huyeron a sus casas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 ¡Arréglate pues, sal y habla a tus servidores! Lo juro por Yavé, si no sales, nadie quedará a tu lado esta noche, y será para ti una desgracia más grande que todas las que te han sobrevenido desde tu juventud hasta hoy'.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Entonces el rey se levantó y se sentó junto a la puerta.° Y avisaron a todo el pueblo, diciendo: He aquí, el rey está sentado junto a la puerta; y todo el pueblo compareció ante el rey; pero Israel había huido, cada uno a sus tiendas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Ahora, pues, levántate, sal y habla al corazón de tus súbditos; porque juro por Yahveh, que, si no sales, nadie quedará contigo esta noche, y esto será para ti mayor desgracia que todas las que te han sobrevenido desde tu mocedad hasta ahora'.

Féach an chaibidil Cóip




2 Samuel 19:8
10 Tagairtí Cros  

Absalón se levantaba pronto, se ponía junto al camino que lleva a la puerta y, cuando un hombre tenía un pleito que le llevaba ante el rey para el juicio, le llamaba y le decía: '¿De qué ciudad eres?'. Él respondía: 'Tu servidor es de tal tribu de Israel'.


Tomaron a Absalón y lo echaron en una gran fosa en el bosque, y pusieron sobre él un gran montón de piedras. Todos los israelitas habían huido, cada uno a su tienda.


David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela subió a la terraza de la puerta, sobre el muro, alzó la vista, vio a un hombre que venía corriendo solo


El rey les dijo: 'Haré lo que os parezca'. El rey se puso en pie junto a la puerta, mientras salía el ejército por grupos de ciento y de mil.


Y aquel día la victoria se cambió en luto para todo el ejército, porque aquel día el ejército supo que el rey estaba afligido por su hijo.


Al ponerse el sol, corrió esta orden por el campamento: '¡Cada cual a su ciudad, cada cual a su tierra, el rey ha muerto!'.


Judá fue derrotado frente a Israel, y cada cual huyó a su casa.


Jorán se abrió paso hasta Seír con todos sus carros. Los edomitas lo cercaron. Una noche él y sus capitanes de los carros de combate atacaron a los edomitas y los derrotaron, pero las tropas huyeron a la desbandada.


Los filisteos se lanzaron al ataque y derrotaron a los israelitas, que huyeron a la desbandada. Fue una gran derrota. Cayeron treinta mil hombres de la infantería israelita,


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí