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2 Reyes 3:27 - Biblia Martin Nieto

27 Etonces tomó a su hijo primogénito, el que debía sucederle en el trono, y lo ofreció en holocausto sobre la muralla. Sobrevino una gran indignación contra los israelitas, los cuales levantaron el campamento y volvieron a su tierra.

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Biblia Reina Valera 1960

27 Entonces arrebató a su primogénito que había de reinar en su lugar, y lo sacrificó en holocausto sobre el muro. Y hubo grande enojo contra Israel; y se apartaron de él, y se volvieron a su tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Después el rey de Moab tomó a su hijo mayor, el heredero al trono, y lo sacrificó como una ofrenda quemada sobre la muralla. En consecuencia, hubo un gran enojo contra Israel y los israelitas se retiraron y regresaron a su tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Entonces tomó a su hijo mayor, al que debía reinar en su lugar y lo ofreció en holocausto encima de la muralla. Luego de esto, los israelitas tuvieron graves dificultades, se retiraron de allí y regresaron a su país.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Entonces tomó a su hijo primogénito, que había de reinar en su lugar, y lo ofreció en holocausto sobre el muro. Y hubo una gran indignación de parte de los israelitas, quienes se apartaron de él,° y volvieron a su tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Entonces, tomó a su hijo primogénito, el que había de reinar en su lugar, y lo ofreció en holocausto sobre las murallas. Se desató al punto un gran furor entre los israelitas, que se retiraron de allí y se volvieron a su tierra.

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2 Reyes 3:27
14 Tagairtí Cros  

Abrahán alzó los ojos y vio a sus espaldas un carnero enredado por los cuernos en un matorral. Tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.


'Toma ahora a tu hijo, al que tanto amas, Isaac, vete al país de Moria, y ofrécemelo allí en holocausto en un monte que yo te indicaré'.


Un profeta se acercó a Ajab, rey de Israel, y dijo: 'Esto dice el Señor: ¿Ves toda esa inmensa multitud? Pues mira, yo la voy a poner hoy en tus manos para que sepas que yo soy el Señor'.


Entonces un hombre de Dios se llegó al rey de Israel, y le dijo: 'Esto dice el Señor: Ya que Siria ha dicho que el Señor es el Dios de las montañas y no el Dios de los valles, voy a entregar en tus manos a toda esa inmensa multitud, para que conozcáis que yo soy el Señor'.


Y el rey de Israel se fue a casa triste e irritado y entró en Samaría.


El rey de Moab, viendo que la lucha era demasiado recia para sus fuerzas, tomó consigo setecientos hombres que empuñaban espada para abrir una brecha contra el rey de Edón, pero no lo consiguió.


Tomaste también a tus hijos y a tus hijas que me habías dado, y los ofreciste en sacrificio, como alimento, a aquellos ídolos. ¿Acaso no era suficiente tu prostitución,


Esto dice el Señor: Por tres crímenes de Moab y por cuatro no le perdonaré; por haber quemado los huesos del rey de Edón hasta calcinarlos,


¿Aceptará el Señor miles de carneros y millones de ríos de aceite? ¿Ofreceré mi primogénito por mi delito, el fruto de mis entrañas por mi propio pecado?


No te conduzcas así con el Señor, tu Dios, pues nada hay más odioso y aborrecible a los ojos del Señor que lo que hacían éstos por sus dioses, llegando incluso a sacrificarles en el fuego a sus propios hijos.


el primero que salga de la puerta de mi casa para venir a mi encuentro cuando vuelva vencedor de los amonitas le ofreceré en holocausto al Señor'.


Pasados los dos meses, ella volvió a su padre, y éste cumplió con ella la promesa que había hecho. Ella no había tenido relaciones con ningún hombre; de aquí viene la costumbre de Israel


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