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2 Reyes 15:4 - Biblia Martin Nieto

4 Sin embargo, no desaparecieron las colinas, de modo que el pueblo ofrecía aún sacrificios y quemaba incienso en ellas.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Con todo eso, los lugares altos no se quitaron, porque el pueblo sacrificaba aún y quemaba incienso en los lugares altos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Sin embargo, no destruyó los santuarios paganos, y la gente siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso allí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Los Altos Lugares, sin embargo, no desaparecieron, y el pueblo siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso en los Altos Lugares.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Sólo que no se abandonaron los lugares altos, pues el pueblo todavía sacrificaba° y quemaba incienso en los lugares altos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 No obstante, no desaparecieron los lugares altos, de modo que el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos.

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2 Reyes 15:4
12 Tagairtí Cros  

En cambio, no se quitaron las colinas, aunque Asá fue siempre fiel al Señor.


Siguió en todo la conducta de su padre, Asá, y no se apartó un punto de ella, haciendo lo que es recto a los ojos del Señor.


Y Joás hizo lo que es justo a los ojos del Señor todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Yehoyadá.


Sin embargo, no desaparecieron las colinas, de modo que el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellas.


No obstante, no desaparecieron las colinas, de modo que el pueblo ofrecía todavía sacrificios y quemaba incienso en ellas.


Hizo lo que es recto a los ojos del Señor, como había hecho su padre Amasías.


Hizo lo que es bueno a los ojos del Señor como su padre, Ozías.


Sin embargo, no desaparecieron las colinas, de modo que el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos. Él construyó la puerta superior del templo del Señor.


Suprimió las colinas, hizo pedazos las estelas, arrancó los cipos sagrados y machacó la serpiente de bronce que Moisés había hecho (pues hasta entonces los israelitas le quemaban incienso; la llamaban Nejustán).


Siguió con orgullo los caminos del Señor, y quitó de nuevo de Judá las colinas y las imágenes de Aserá.


¿No ha sido Ezequías quien ha destruido las colinas y sus altares y ha dicho a Judá y a Jerusalén que se postren sólo ante un altar y sólo en él quemen incienso?


El año octavo de su reinado, siendo joven todavía, comenzó a buscar al Dios de su padre David, y en el año doce se puso a limpiar a Judá y a Jerusalén de las colinas, de las imágenes de Aserá, de los ídolos y de las estatuas.


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