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2 Crónicas 7:1 - Biblia Martin Nieto

1 Cuando Salomón terminó su oración, bajó fuego del cielo, que consumió los holocaustos y las víctimas, y la gloria del Señor llenó el templo,

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Biblia Reina Valera 1960

1 Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Cuando Salomón terminó de orar, cayó fuego del cielo que consumió los sacrificios y las ofrendas quemadas, y la gloriosa presencia del Señor llenó el templo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Cuando Salomón acabó de rezar, bajó fuego del cielo que devoró el holocausto y los sacrificios mientras la Gloria de Yavé llenó la Casa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Cuando Salomón terminó de orar, descendió fuego de los cielos y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria de YHVH llenó la Casa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Cuando Salomón acabó de orar, bajó fuego del cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria de Yahveh llenó el templo.

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2 Crónicas 7:1
26 Tagairtí Cros  

Cuando se puso el sol, apareció entre densísimas tinieblas una hornilla humeante y una llama de fuego, que pasó por entre los animales partidos.


Que invoquen ellos el nombre de sus dioses y yo invocaré el nombre del Señor. El dios que responda enviando fuego, ése será el verdadero Dios'. El pueblo respondió: '¡Está muy bien!'.


Entonces cayó fuego del Señor y devoró el holocausto, la leña, las piedras y el polvo y secó el agua de la zanja.


Cuando acabó Salomón de construir el templo del Señor, el palacio real y todo cuanto se había propuesto hacer,


y levantó en ella un altar al Señor sobre el cual ofreció holocaustos y sacrificios de reconciliación. David invocó al Señor, que le respondió haciendo caer del cielo el fuego sobre el altar de los holocaustos,


Señor, yo amo la casa donde tú resides, el lugar donde tu gloria habita.


Toda la montaña del Sinaí humeaba, porque sobre ella había descendido el Señor en medio de fuego. El humo subía como de un horno, y toda la montaña se estremecía fuertemente.


En este lugar yo me encontraré con los israelitas, y quedará santificado por mi gloria.


Incluso antes de que llamen yo responderé, y estando aún hablando serán escuchados.


Entonces el espíritu me levantó y me llevó al atrio interior. La gloria del Señor llenaba el templo.


Después me hizo entrar por la puerta del norte hasta la fachada del templo. Miré y vi que la gloria del Señor llenaba el templo del Señor, y caí de bruces en tierra.


Todavía estaba yo hablando, rezando y confesando mis pecados y los pecados de mi pueblo Israel y derramando mi súplica ante el Señor, mi Dios, por el santo monte de mi Dios;


Entonces la ofrenda de Judá y de Jerusalén será agradable al Señor como en los tiempos antiguos, como en los años primeros.


Acabada su oración, tembló el lugar en que estaban reunidos, y quedaron todos llenos del Espíritu Santo, y anunciaban con absoluta libertad la palabra de Dios.


La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y su lámpara es el cordero.


El ángel del Señor tocó la carne y los panes sin levadura con la punta del bastón que llevaba, salió fuego de la roca y consumió la carne y los panes. Y el ángel del Señor desapareció de su vista.


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