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2 Crónicas 6:36 - Biblia Martin Nieto

36 Cuando pequen contra ti, pues no hay hombre que no peque, y tú, irritado contra ellos, los entregues al enemigo que los llevará cautivos a tierra enemiga, lejana o cercana,

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Biblia Reina Valera 1960

36 Si pecaren contra ti (pues no hay hombre que no peque), y te enojares contra ellos, y los entregares delante de sus enemigos, para que los que los tomaren los lleven cautivos a tierra de enemigos, lejos o cerca,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

36 »Si ellos pecan contra ti (¿y quién nunca ha pecado?), tal vez te enojes con ellos y permitas que sus enemigos los conquisten y los lleven cautivos a una tierra extranjera, ya sea cerca o lejos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

36 Cuando pequen contra ti, pues no hay hombre que no peque, y tú, irritado contra ellos, los entregues al enemigo, y sus conquistadores los lleven cautivos a un país lejano o cercano,

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La Biblia Textual 3a Edicion

36 Cuando pequen contra ti (porque no hay hombre que no peque), y Tú, airado contra ellos, los entregues ante el enemigo, y sus captores los lleven cautivos a una tierra lejana o cercana;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

36 Cuando pequen contra ti -pues no hay hombre que no peque-, y tú te irrites contra ellos y los entregues a sus enemigos, y sus vencedores los lleven cautivos a un país lejano o próximo,

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2 Crónicas 6:36
22 Tagairtí Cros  

Cuando pequen contra ti -pues no hay hombre que no peque-, y tú, irritado contra ellos, los entregues al enemigo, que los llevará cautivos a tierra enemiga, lejana o cercana;


perdona a tu pueblo los pecados y todas las rebeliones que hayan cometido contra ti, y haz que encuentren misericordia en sus deportadores, para que éstos tengan de ellos piedad,


El resto de la historia de Menajén y todo lo que hizo está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel.


Y el Señor se irritó sobremanera contra Israel y lo echó de su presencia. No quedó más que la tribu de Judá.


hasta que el Señor echó de su presencia a Israel, según lo había predicho por boca de sus siervos los profetas. E Israel fue deportado de su país a Asiria hasta nuestros días.


El año nueve de Oseas, el rey de Asiria se apoderó de Samaría, deportó a Asiria a los israelitas y los instaló en Jalaj, junto al Jabor, río de Gozán, y en las ciudades de Media.


escucha tú en el cielo su oración y súplica y hazles justicia.


si recapacitan en la tierra de sus enemigos y dicen: Hemos pecado, hemos obrado inicua e injustamente;


Si tienes en cuenta nuestros delitos, ¿quién podrá resistir, Señor?


No entables juicio contra mí, pues ante ti ningún viviente es justo.


¿Quién puede decir: 'Tengo el corazón puro, estoy limpio de pecado'?


No hay hombre justo en la tierra que haga el bien sin pecar nunca.


Caerán al filo de la espada, irán prisioneros a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos hasta que llegue a su fin el tiempo de los paganos'.


El Señor te hará ir a ti y al rey que hayas constituido sobre ti a una nación desconocida para ti y para tus padres, y allí servirás a dioses extranjeros, hechos de leño y de piedra,


Todos faltamos de muchas maneras. Si uno no falta en las palabras, es un hombre perfecto, capaz de refrenar también todo su cuerpo.


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