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2 Crónicas 18:5 - Biblia Martin Nieto

5 El rey de Israel reunió a los profetas, 400 hombres, y les dijo: '¿Debo atacar a Ramot de Galaad o no?'. Respondieron: 'Atácala porque Dios la pondrá en tus manos'.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Entonces el rey de Israel reunió a cuatrocientos profetas, y les preguntó: ¿Iremos a la guerra contra Ramot de Galaad, o me estaré quieto? Y ellos dijeron: Sube, porque Dios los entregará en mano del rey.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Así que el rey de Israel convocó a los profetas, cuatrocientos en total, y les preguntó: —¿Debemos ir a pelear contra Ramot de Galaad, o debo desistir? —¡Sí, adelante! —contestaron todos ellos—. Dios dará la victoria al rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 El rey de Israel reunió a los profetas en número de cuatrocientos y les dijo: '¿Debo atacar a Ramot de Galaad o no?' Ellos le repondieron: 'Ataca, porque Yavé la entregará en manos del rey.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Entonces el rey de Israel convocó a los profetas, unos cuatrocientos hombres, y les preguntó: ¿Iremos a la guerra contra Ramot de Galaad o desistiré? Y ellos respondieron: Sube, porque Ha-’Elohim la entregará en mano del rey.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Reunió el rey de Israel a los profetas, unos cuatrocientos, y les preguntó: '¿Debemos ir a luchar contra Ramot de Galaad o debo renunciar?'. Y le respondieron: 'Sube; que Dios la entregará en manos del rey'.

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2 Crónicas 18:5
22 Tagairtí Cros  

Les dijo: '¿Qué me aconsejáis responder a esta gente, que me ha hablado así: Aligéranos el yugo que tu padre puso sobre nosotros?'.


Ahora bien, manda reunir junto a mí en el monte Carmelo a todo Israel y a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal que comen a la mesa de Jezabel'.


Ben Guéber, en Ramot Galaad; tenía las aldeas de Yaír, hijo de Manasés, situadas en Galaad, y la región de Argob, en el Basán: sesenta grandes ciudades amuralladas y con cerrojos de bronce;


Eliseo dijo al rey de Israel: '¿Qué tengo que ver yo contigo? Vete a consultar a los profetas de tu padre y a los de tu madre'. Pero el rey de Israel repuso: 'Es que el Señor nos ha reunido a tres reyes para entregarnos en manos de Moab'.


Se presentó al rey, y el rey le dijo: 'Miqueas, ¿debemos atacar a Ramot de Galaad o no?'. Él respondió: 'Atacadla y triunfaréis, pues el Señor la pondrá en vuestras manos'.


Pero añadió: 'Por favor, consulta hoy la voluntad del Señor'.


Josafat repuso: '¿No habrá aquí algún otro profeta del Señor para consultarle?'.


Pero en los profetas de Jerusalén he visto monstruosidades: adulterio, obstinación en la falsedad, apoyo a los criminales para que ninguno se convierta de su perversidad; son todos ellos para mí como Sodoma; y sus habitantes, como Gomorra.


Esto dice el Señor omnipotente: No escuchéis las palabras de los profetas, porque os engañan; os cuentan visiones de su fantasía, no de la boca del Señor.


Dicen a quienes desprecian la palabra del Señor: '¡Tendréis paz!', y a todos los que siguen el capricho de su corazón: '¡No os sobrevendrá ningún mal!'.


Habéis puesto en peligro vuestra propia vida al enviarme al Señor, vuestro Dios, diciendo: Ruega por nosotros al Señor, nuestro Dios, y todo cuanto te diga comunícanoslo para que lo ejecutemos,


Porque habéis entristecido el corazón del justo con mentiras, cuando yo mismo no lo entristezco, y habéis apoyado al criminal para que no se convierta de su mala conducta y salve su vida,


Si hubiera un hombre que persiguiera el viento y fraguara esta mentira: 'Yo te profetizo vino y licor', éste sería el profeta digno de este pueblo.


Sus jueces juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan por salario, sus profetas profetizan por dinero y luego se apoyan en el Señor diciendo: '¿Es que no está el Señor en medio de nosotros? ¡Ninguna desgracia nos alcanzará!'.


Pues vendrá el tiempo en que los hombres no soportarán la sana doctrina, sino que, llevados de sus caprichos, buscarán maestros que les halaguen el oído;


Pero la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta, que con sus prodigios ante la otra bestia había seducido a los que llevaban la marca de la bestia y habían adorado su estatua. Y fueron arrojadas vivas las dos a un estanque de fuego, de azufre ardiente.


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