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1 Reyes 22:23 - Biblia Martin Nieto

23 Sabe, pues, que el Señor ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas, porque el Señor ha decretado tu ruina'.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Y ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas, y Jehová ha decretado el mal acerca de ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 »Así que, como ves, el Señor ha puesto un espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas, porque el Señor ha dictado tu condena.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Has de saber pues que Yavé puso un espíritu de mentira en la boca de todos los profetas que están aquí, porque Yavé ha decidido tu muerte'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Y ahora, he aquí YHVH ha puesto un espíritu de mentira en la boca de todos estos, tus profetas, pues YHVH ha decretado el mal contra ti.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Ahora, pues, Yahveh ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos estos profetas tuyos, porque Yahveh ha decretado contra ti la desventura'.

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1 Reyes 22:23
19 Tagairtí Cros  

Y dijo al rey: 'Por haber dejado escapar al hombre que yo había consagrado al exterminio, tu vida responderá por la suya y tu pueblo por su pueblo'.


Y añadirás: Esto dice el Señor: En el mismo lugar en que los perros han lamido la sangre de Nabot, lamerán también la tuya'.


Entonces Sedecías, hijo de Canaaná, dio una bofetada a Miqueas, y le dijo: '¿Es que el espíritu del Señor me ha dejado a mí para hablarte a ti?'.


Amasías le interrumpió: '¿Has sido nombrado acaso consejero del rey? Termina ya, si no quieres que te mate'. El profeta se calló, pero antes dijo: 'Ya veo que Dios ha decidido tu perdición, porque has hecho esto y no has escuchado mi consejo'.


Pero el Señor endureció el corazón del Faraón, que no dejó salir a los israelitas.


El Señor le dijo: 'En el camino hacia Egipto recuerda los prodigios que he puesto en tu mano y que tienes que hacer delante del Faraón. Yo endureceré su corazón de modo que no dejará salir al pueblo.


¡Ay del injusto! Mal le irá, se le dará según la obra de sus manos.


El que se alimenta de ceniza, engañando el corazón, está perdido. No salvará su vida, y no dirá jamás: '¿No es un engaño lo que tengo en mi diestra?'.


Habla, pues, ahora a las gentes de Judá y a los habitantes de Jerusalén de esta manera: 'Esto dice el Señor: Mirad, yo estoy preparando contra vosotros una desgracia y madurando un proyecto en daño vuestro. Arrepentíos cada uno de vuestra mala conducta, mejorad vuestra conducta, vuestra manera de actuar'.


Y si hasta el profeta se deja seducir y habla, es que yo, el Señor, he dejado a este profeta sucumbir a la seducción; y extenderé mi mano contra él y lo extirparé de en medio de mi pueblo Israel.


que, aunque me dieras tu casa llena de oro y plata, yo no podría traspasar las órdenes del Señor ni hacer por propia iniciativa cosa alguna, buena o mala, sino que diría fielmente lo que dijera el Señor?


Pero Sijón, rey de Jesbón, no nos permitió pasar por sus dominios, pues el Señor, tu Dios, había hecho inflexible su espíritu y había endurecido su corazón, con el fin de ponerlo en tus manos, como aún lo está hoy.


Después el Señor mandó un espíritu de discordia entre Abimelec y los nobles de Siquén, y los nobles de Siquén se levantaron contra Abimelec,


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