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1 Pedro 1:13 - Biblia Martin Nieto

13 Por eso, estad preparados vivid sobriamente, y poned toda vuestra esperanza en la gracia que se os dará el día de la manifestación de Jesucristo.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Así que preparen su mente para actuar y ejerciten el control propio. Pongan toda su esperanza en la salvación inmerecida que recibirán cuando Jesucristo sea revelado al mundo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Por tanto, tengan listo su espíritu y estén alerta, poniendo toda su esperanza en esta gracia que será para ustedes la venida gloriosa de Cristo Jesús.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Por lo cual, habiendo ceñido los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y tened vuestra esperanza puesta por completo en la gracia° que os será traída en la revelación de Jesús el Mesías;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Por tanto, con ánimo dispuesto y vigilante, poned toda vuestra esperanza en la gracia que os llegará cuando Jesucristo se manifieste.

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1 Pedro 1:13
35 Tagairtí Cros  

El Señor dio fuerzas a Elías, que se ciñó y fue corriendo delante de Ajab hasta Yezrael.


Entonces Eliseo dijo a Guejazí: 'Cíñete los lomos, toma en la mano mi bastón y vete. Si encuentras a alguien, no le saludes; si alguien te saluda, no le respondas. Pon mi bastón sobre el rostro del niño'.


Ciñe tus lomos como un héroe; ¡yo te interrogaré y tú me instruirás!


Ciñe tus lomos como un héroe: ¡yo te interrogaré y tú me instruirás!


Lo comeréis así: ceñidos los lomos, calzados los pies, báculo en mano. Lo comeréis de prisa, porque es la pascua del Señor.


La justicia será el ceñidor de su cintura; la lealtad, el cinturón de sus caderas.


Pero tú, cíñete la cintura, levántate para decirles todo lo que yo te ordene. No tiembles ante ellos, no sea que te haga yo temblar en su presencia.


y les dijo: Id también vosotros a la viña, yo os daré lo que sea justo.


'Estad preparados y tened encendidas vuestras lámparas.


Así sucederá el día en que el hijo del hombre se manifieste.


Más bien le dirá: Prepárame de cenar, y ponte a servirme hasta que yo coma y beba. Después comerás y beberás tú.


Comportémonos decentemente, como en pleno día; nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de peleas ni envidias;


Porque la creación está aguardando en anhelante espera la manifestación de los hijos de Dios,


De este modo no carecéis de ningún carisma, mientras esperáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.


Tres cosas hay que permanecen: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más grande de las tres es el amor.


Manteneos firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia


Cuando Cristo se manifieste, él que es vuestra vida, entonces vosotros también apareceréis con él en la gloria.


y a vosotros, que sufrís, daros el descanso en compañía nuestra, cuando Jesús, el Señor, aparezca en el cielo con sus ángeles poderosos,


Pero tú estate siempre alerta, soporta con paciencia los sufrimientos, predica el evangelio, cumple bien con tu trabajo.


sólo me queda recibir la corona merecida, que en el último día me dará el Señor, justo juez; y no sólo a mí, sino también a todos los que esperan con amor su venida.


No perdáis vuestra esperanza cierta, que tendrá una gran recompensa.


Cristo, por el contrario, lo ha sido en calidad de Hijo, al frente de su casa. Y su casa somos nosotros, con tal que permanezcamos inquebrantables hasta el fin, confesando valientemente nuestra fe y confiados en la esperanza que tenemos.


esta esperanza es para nosotros como un áncora segura y firme, que penetra más allá de la cortina del santuario,


así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados del mundo, aparecerá una segunda vez, sin pecado, para dar la salvación a los que le esperan.


En esta salvación centraron sus estudios e investigaciones los profetas que anunciaron la gracia que Dios os tenía destinada.


Glorificad en vuestros corazones a Cristo, el Señor, dispuestos siempre a contestar a todo el que os pida razón de vuestra esperanza;


Se acerca el fin de todas las cosas. Sed sobrios y dedicaos a la oración.


Por medio de Silvano, a quien tengo por un fiel hermano vuestro, os he escrito estas pocas palabras para exhortaros y aseguraros que la gracia de Dios, en la cual vosotros os mantenéis firmes, es la verdadera


¡Sed sobrios y estad en guardia!. Vuestro enemigo el diablo como león rugiente da vueltas y busca a quién devorar.


El que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.


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