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1 Corintios 6:9 - Biblia Martin Nieto

9 ¿Es que no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis; ni los lujuriosos, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los invertidos,

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Biblia Reina Valera 1960

9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 ¿No se dan cuenta de que los que hacen lo malo no heredarán el reino de Dios? No se engañen a sí mismos. Los que se entregan al pecado sexual o rinden culto a ídolos o cometen adulterio o son prostitutos o practican la homosexualidad

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 ¿No saben acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se engañen: ni los que tienen relaciones sexuales prohibidas, ni los que adoran a los ídolos, ni los adúlteros, ni los homosexuales y los que sólo buscan el placer,

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 ¿O es que no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni lujuriosos, ni idólatras, ni adúlteros, ni pervertidos, ni sodomitas,

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1 Corintios 6:9
51 Tagairtí Cros  

Llamaron a Lot y le dijeron: '¿Dónde están esos hombres que han venido a tu casa esta noche? Sácanoslos para que abusemos de ellos'.


No corras rumores falsos; no apoyes al que sostiene una causa injusta, dando falso testimonio.


El Señor reprueba la balanza falsa, pero el peso justo le agrada.


El que siembra injusticia cosecha desventuras, el fruto de sus fatigas se evapora.


su casa es el camino del abismo, que conduce a la morada de la muerte.


Deje el malvado su camino, y el malhechor sus pensamientos; conviértase al Señor, que tendrá piedad de él; a nuestro Dios, que es generoso en el perdón.


que él mismo no había cometido, un hijo que banquetea en los montes, deshonra a la mujer de su prójimo,


No te acostarás con la mujer de tu prójimo; te quedarías impuro.


No te acostarás con un hombre como se hace con una mujer; es una acción infame.


No haréis injusticias en los juicios; ni beneficiarás al débil ni favorecerás al poderoso: juzgarás con justicia a tu prójimo.


Si un hombre se acuesta con otro hombre como se hace con una mujer, los dos cometen una infamia y serán castigados con la muerte; caiga su sangre sobre ellos.


Entonces me dijo: Ésta es la maldición que se extiende sobre toda la tierra. En una cara del libro está escrito: Todo ladrón será eliminado, y en la otra: Todo el que jura en falso será eliminado.


Y todo el que deje casa, hermanos o hermanas, padre o madre, o hijos o campos por mi causa recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna'.


Entonces el rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde el principio del mundo.


Él contestó: 'Mirad que no os engañen, porque vendrán muchos en mi nombre diciendo: 'Yo soy el mesías' y 'El tiempo ha llegado'. No los sigáis.


Y ahora os encomiendo a Dios y a su mensaje de amor, que tiene poder para construir el edificio y dar la herencia a todos los consagrados.


Cuando él hablaba de la justicia, la continencia y el juicio futuro, Félix, aterrorizado, dijo: 'Por ahora vete; te llamaré en ocasión oportuna'.


La ira de Dios se manifiesta desde el cielo contra toda la impiedad e injusticia de los hombres que detienen la verdad con la injusticia;


No os dejéis engañar: 'Las malas compañías corrompen las buenas costumbres'.


Hermanos, os digo que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni lo corruptible heredará lo incorruptible.


¿No sabéis que sois templos de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él;


Es cosa pública entre vosotros la deshonestidad, y tal deshonestidad que no se encuentra ni entre los paganos, hasta el punto de convivir uno con la mujer de su padre.


pero no me refería, de un modo absoluto, a todos los lujuriosos de este mundo, a todos los avaros, ladrones o idólatras, pues en tal caso tendríais que salir de este mundo.


Lo que os decía es que no trataseis con el que presume de cristiano y es lujurioso, avaro, idólatra, calumniador, borracho o ladrón; con éstos, ni comer.


ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los salteadores heredarán el reino de Dios.


Huid de la lujuria. Cualquier otro pecado cometido por el hombre queda fuera del cuerpo, pero el pecado de lujuria daña al propio cuerpo.


¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que habita en vosotros, y que habéis recibido de Dios? Ya no os pertenecéis a vosotros mismos.


¿No sabéis que los que corren en el estadio todos corren, pero sólo uno consigue el premio? Corred de modo que lo conquistéis.


y que, cuando llegue, me humille mi Dios por causa vuestra y tenga que llorar por muchos que antes pecaron y no se han arrepentido de la impureza, de la lujuria y el desenfreno a que se entregaron.


No os engañéis: de Dios no se burla nadie. Pues lo que el hombre haya sembrado, eso mismo cosechará.


Si un hombre es sorprendido acostado con una mujer casada, los dos serán condenados a muerte. Así extirparás la maldad de en medio de ti.


La mujer no llevará vestidos de hombre y el hombre no llevará vestidos de mujer, pues son cosas aborrecibles a los ojos del Señor, tu Dios.


Se quedará contigo, entre los tuyos, en el lugar que él elija y en la ciudad que más le guste; no le molestarás.


Por tanto, destruid todo lo que hay de terrenal en vuestro cuerpo: la lujuria, la impureza, las pasiones, los apetitos desordenados y la avaricia que es una idolatría;


Buscad afanosamente la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor;


que nadie sea lujurioso ni desprecie la religión, como Esaú, quien, por una comida, vendió sus derechos de primogénito.


Que el matrimonio sea tenido en gran honor y el lecho conyugal esté sin mancha, porque Dios juzgará a los lujuriosos y a los adúlteros.


No os engañéis, mis queridos hermanos.


Hijos míos, que no os engañe nadie. El que practica la justicia es justo como él es justo;


Pero los cobardes, los incrédulos, los depravados, los homicidas, los lujuriosos, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el estanque ardiente de fuego y de azufre: ésta es la segunda muerte'.


Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los homicidas, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.


Cuando más contentos estaban, unos hombres pervertidos de la ciudad empezaron a dar golpes a la puerta y a decir al anciano dueño de la casa: 'Sácanos al hombre que ha entrado en tu casa para que abusemos de él'.


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