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1 Corintios 10:20 - Biblia Martin Nieto

20 No, pues los paganos ofrecen sus sacrificios a los demonios y no a Dios, y yo no quiero que entréis en comunión con los demonios.

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Biblia Reina Valera 1960

20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 No, de ninguna manera. Lo que digo es que esos sacrificios se ofrecen a los demonios, no a Dios. Y no quiero que ustedes tengan parte con los demonios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Pero los sacrificios de los paganos van ofrecidos a los demonios y no a Dios, y no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Antes digo,° que lo que sacrifican,° a los demonios sacrifican y no a Dios,° y no quiero que os hagáis partícipes con los demonios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 De ninguna manera: sino que lo que sacrifican [los gentiles] a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros estéis en comunión con los demonios.

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1 Corintios 10:20
10 Tagairtí Cros  

Jeroboán había instituido su propio sacerdocio para las colinas, los sátiros y los becerros que había mandado fundir.


No ofrecerá más sus sacrificios a los sátiros, ante los que solían prostituirse; ésta será ley perpetua para ellos y para sus descendientes.


y le dijo: 'Todo esto te daré si te pones de rodillas y me adoras'.


para los incrédulos, cuyas inteligencias cegó el dios de este siglo para que no brille el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios.


Entonces no conocíais a Dios y erais esclavos de unos dioses que no eran dioses;


Pero tengo algo contra ti: tienes secuaces de la doctrina de Balaán, el cual enseñaba a Balac la manera de hacer caer a los israelitas, incitándoles a comer carnes sacrificadas a los ídolos y a fornicar.


Pero tengo esto contra ti: dejas que Jezabel, esa mujer que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis servidores hasta hacerles vivir en la lujuria y comer las carnes sacrificadas a los ídolos.


Los demás hombres que no fueron exterminados por estas plagas no se arrepintieron de las obras de sus manos, ni cesaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no podían ni ver, ni oír, ni caminar;


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