Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Génesis 28:15 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

15 Yo estaré contigo, y no te abandonaré hasta cumplir lo que te he prometido. Te cuidaré por dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra».

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Además, yo estoy contigo y te protegeré dondequiera que vayas. Llegará el día en que te traeré de regreso a esta tierra. No te dejaré hasta que haya terminado de darte todo lo que te he prometido».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Yo estoy contigo; te protegeré a dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra, pues no te abandonaré hasta que no haya cumplido todo lo que te he dicho.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

15 He aquí Yo estoy contigo y te guardaré dondequiera que vayas, y volveré a traerte a esta tierra, pues no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Yo estoy contigo: te guardaré dondequiera que vayas, y te haré regresar a esta tierra. Porque no te dejaré hasta que haya realizado lo que te he dicho'.

Féach an chaibidil Cóip




Génesis 28:15
48 Tagairtí Cros  

Cuando el niño creció, se quedó a vivir en el desierto de Parán. Allí aprendió a manejar bien el arco y las flechas, y Dios siempre le brindó su ayuda. Finalmente, su madre lo casó con una egipcia.


Esa misma noche Dios se le apareció y le dijo: «Yo soy el Dios de tu padre Abraham, y por él te voy a bendecir y a aumentar el número de tus descendientes. No tengas miedo, pues yo te ayudaré en todo».


Tiempo después de que José nació, Jacob le dijo a Labán: —Dame mis esposas y mis hijos, pues por ellos te he servido. Déjame regresar a mi país.


Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, donde derramaste aceite sobre una piedra y me hiciste una promesa. Apártate de Labán, y regresa a Canaán, que es donde tú naciste”.»


Entonces Dios le dijo: «Vuelve a la tierra de tus padres, donde vive tu familia. Yo te ayudaré en todo».


Allí les dijo: —Su padre ya no me trata como antes. Ustedes saben bien que yo he puesto todo mi empeño en servirle. Sin embargo, él siempre me ha hecho trampa, y varias veces me cambió el sueldo. Pero el Dios de mi padre no me negó su ayuda, ni le permitió hacerme daño.


9 (10) Y Jacob hizo esta oración: «Dios mío, tú eres el Dios de mi abuelo Abraham y de mi padre Isaac. Tú me ordenaste regresar a mi tierra, con mis parientes, y me prometiste tu ayuda.


porque debemos ir a Betel para presentarnos ante Dios. Allá construiré un altar, para darle gracias, pues cuando estuve en problemas, él me ayudó. Por dondequiera que he andado, Dios siempre ha estado conmigo».


A José le fue muy bien allí, en la casa de su amo egipcio, pues Dios estaba con él.


Dios siguió ayudando a José y dándole muestras de su amor, pues hizo que el carcelero lo tratara bien.


También ha enviado a su ángel para librarme de muchos peligros. Yo le pido que bendiga a estos dos muchachos. Que por medio de ellos sea recordado mi nombre, el nombre de mi abuelo Abraham y el de mi padre Isaac. ¡Que tengan muchos hijos!»


Luego le dijo a José: —Ya me falta poco para morir, pero Dios estará contigo y te hará volver a la tierra de tus abuelos.


»¡Pidamos a nuestro Dios que esté con nosotros como estuvo con nuestros antepasados! ¡Que no nos abandone!


11 (12) Con nosotros está el Dios del universo; él es Dios de nuestro pueblo, ¡él es nuestro refugio!


7 (8) Con nosotros está el Dios del universo; él es Dios de nuestro pueblo, ¡él es nuestro refugio!


Dios mismo les dirá a sus ángeles que nos cuiden por todas partes.


»Cuando Dios les haya entregado el territorio de Canaán, que es el país que les prometió a sus antepasados,


Dios le dijo: —¡Moisés, yo estaré contigo en todo momento! Y para que sepas que yo soy quien te envía, voy a darte una señal: Después de que hayas sacado a los israelitas, todos ustedes me adorarán en este mismo lugar.


Por tanto, no tengan miedo, pues yo soy su Dios y estoy con ustedes. Mi mano victoriosa les dará fuerza y ayuda; mi mano victoriosa siempre les dará su apoyo.


Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzarás ríos y no te ahogarás, caminarás en el fuego y no te quemarás


Dios mismo les va a dar una señal: La joven está embarazada, y pronto tendrá un hijo, al que pondrá por nombre Emanuel, es decir, “Dios con nosotros”.


De nada servirán sus planes, pues Dios los hará fracasar. Aunque llamen a la batalla, nadie les hará caso, pues Dios está con nosotros».


Esa gente peleará contra ti, pero te aseguro que no te podrán vencer, porque yo estaré a tu lado para cuidarte».


sino que dirán: “Viva Dios, que sacó a los israelitas del país de los asirios y de los babilonios, y de todos los países adonde los obligó a ir”. Pero yo te aseguro que, en el futuro, haré que vuelvan a la tierra que les regalé a sus antepasados.


»Yo cumpliré la promesa que les hice a Abraham, a Isaac y a Jacob, y bendeciré la tierra prometida;


»¡Dios no es como nosotros! No dice mentira alguna ni cambia de parecer. Dios cumple lo que promete.


“Que Dios te bendiga y siempre te cuide;


Porque allí donde dos o tres de ustedes se reúnan en mi nombre, allí estaré yo.


El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras permanecerán para siempre.


Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes, hasta el fin del mundo.»


Dios les tendrá compasión y los volverá a bendecir. Los hará volver de los países a los cuales los envió. Aun si ustedes se encuentran muy lejos, Dios los buscará y los traerá de nuevo al país que prometió a sus antepasados. Allí prosperarán y tendrán más hijos que sus antepasados.


Sean fuertes y valientes, pues Dios peleará por ustedes; no tengan miedo de esos países, porque Dios no los abandonará».


Dios mismo será tu guía, y te ayudará en todo; él jamás te abandonará. ¡Echa fuera el miedo y la cobardía!»


»Por eso ustedes deben reconocer a nuestro Dios, que es el Dios verdadero. Nuestro Dios cumple su pacto con todos los descendientes de quienes lo aman y obedecen sus mandamientos,


Es verdad que el ejercicio físico ayuda a que todo el cuerpo esté sano, pero es mucho mejor esforzarse por confiar cada vez más en Dios, porque nos hace bien aquí en la tierra y también nos servirá cuando vivamos en el cielo. Esto es una verdad que podemos creer, y debemos creer.


»Nadie podrá derrotarte jamás, porque yo te ayudaré, así como ayudé a Moisés. Nunca te fallaré ni te abandonaré.


Yo, Judas, estoy al servicio del Señor Jesucristo y soy hermano de Santiago. Escribo esta carta a todos los que Dios el Padre ama y ha elegido, y que Jesucristo también cuida.


Y Dios le contestó: —Podrás hacerlo porque yo estaré contigo para ayudarte. Derrotarás a los madianitas como si derrotaras a un solo hombre.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí