Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Éxodo 32:27 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

27 quien les dijo: «El Dios de Israel, ha ordenado que cada uno de ustedes tome una espada, regrese al campamento, y vaya casa por casa matando a su hermano, amigo o vecino».

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

27 Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Moisés les dijo: «Esto dice el Señor, Dios de Israel: “Cada uno de ustedes tome su espada, recorra el campamento de un extremo al otro; maten a todos, incluso a sus hermanos, amigos y vecinos”».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

27 El les dijo: 'Esta es orden de Yavé, el Dios de Israel: Colóquense cada uno su espada al costado y pasen y repasen por el campamento, de una entrada a la otra; y no vacilen en matar a sus hermanos, compañeros y familiares.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

27 Él entonces les dijo: Así dice YHVH, Dios de Israel: Ponga cada cual su espada sobre el muslo. Pasad, recorred de puerta en puerta el campamento, y cada uno mate a su propio hermano, y cada uno a su propio compañero, y cada uno a su propio pariente.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Les dijo: 'Así habla Yahveh, Dios de Israel: cíñase cada uno la espada al costado. Pasad y repasad de puerta en puerta por el campamento, y que cada uno mate a su hermano, o a su amigo, o a su pariente'.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

27 Y él les dijo: Así dice Jehová Dios de Israel: Ponga cada uno su espada sobre su muslo: pasen y vuelvan de puerta en puerta por el campamento, y mate cada uno a su hermano, y cada uno a su compañero, y cada uno a su prójimo.

Féach an chaibidil Cóip




Éxodo 32:27
12 Tagairtí Cros  

Cuando Jehú terminó de ofrecer el sacrificio, les dijo a los soldados: «¡Entren y maten a todos! ¡Que no escape nadie!» Entonces ellos entraron y los mataron, y luego sacaron de allí los cuerpos. Después entraron en la sala principal del templo de Baal,


así que se puso a la entrada del campamento y les dijo: «Los que estén de parte del Dios de Israel, vengan conmigo». Todos los de la tribu de Leví se unieron a Moisés,


Los de la tribu de Leví hicieron lo que Moisés ordenó, y ese día mataron como a tres mil varones.


Luego Moisés les dijo: «Hoy Dios los bendice y les da autoridad como sus sacerdotes, pues ustedes se opusieron a sus propios hermanos e hijos, para obedecerlo a él».


A los otros hombres les ordenó: «Ustedes, sigan al escritor y maten sin ninguna compasión a cualquiera que no tenga la marca en la frente. No se fijen en la edad ni en el sexo. Comiencen aquí, en el templo, y llenen sus patios de cadáveres, ¡no importa que quede sucio y no sirva más para el culto!» Aquellos hombres lo hicieron así, y comenzaron a matar gente por toda la ciudad. Primero mataron a los jefes de los israelitas, que estaban frente al templo.


Enseguida Moisés fue a ver a los jueces de Israel, y les dio esta orden: «Cada uno de ustedes debe matar a los miembros de su tribu que hayan adorado a Baal-peor». Y así lo hicieron.


«Si alguno de ustedes quiere ser mi discípulo, tendrá que amarme más que a su padre o a su madre, más que a su esposa o a sus hijos, y más que a sus hermanos o a sus hermanas. Ustedes no pueden seguirme, a menos que me amen más que a su propia vida.


A partir de ahora, ya no vamos a valorar a los demás desde el punto de vista humano. Y aunque antes valorábamos a Cristo de esa manera, ya no seguiremos valorándolo así.


6-11 (7-12) »Si alguien los invita a adorar a otros dioses, cercanos o lejanos, no acepten esa invitación. Al contrario, deberán condenar a muerte a esa persona y ser los primeros en quitarle la vida. No le tengan compasión, no importa que sea su propio hermano, su hijo o su hija, y hasta su esposa o su mejor amigo. No le perdonen la falta, sino maten a pedradas a esa persona. Eso es lo que se merece cualquiera que trate de alejarlos del Dios de Israel, que fue quien los sacó de Egipto y les dio la libertad. Así le darán un buen ejemplo a todo el pueblo, que sentirá temor y no volverá a cometer tal pecado.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí