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Jueces 4:9 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Respondió ella: 'Bien, iré contigo; pero no será tuya la gloria de la expedición que vas a emprender, porque Yahveh entregará a Sísara en manos de una mujer'. Débora se levantó y se fue con Barac a Cades.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 —Muy bien —dijo ella—, iré contigo. Pero tú no recibirás honra en esta misión, porque la victoria del Señor sobre Sísara quedará en manos de una mujer. Así que Débora fue con Barac a Cedes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Ella le dijo: 'Muy bien, iré contigo, pero estás empezando mal, y la gloria de esta expedición no será para ti; Yavé pondrá a Sísera en manos de una mujer'. Se levantó pues Débora y Barac partió con ella rumbo a Cadés.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y ella dijo: Ciertamente iré contigo, pero no será tuya la gloria de la jornada que vas a emprender, porque YHVH entregará a Sísara en mano de una mujer. Y Débora se levantó y fue con Barac a Cedes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Y ella dijo: Iré contigo; mas no será tu honra en el camino que vas; porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora fue con Barac a Cedes.

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Biblia Traducción en Lenguaje Actual

9 Entonces Débora dijo: —Está bien, te acompañaré. Pero quiero que sepas que no serás tú quien mate a Sísara. Dios le dará ese honor a una mujer. Y Débora se fue a Quedes con Barac,

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Jueces 4:9
9 Tagairtí Cros  

que se opusieron al rey Ozías y le dijeron: 'Ozías, no te toca a ti ofrecer incienso a Yahveh, sino a los sacerdotes descendientes de Aarón, que han sido consagrados para quemar el incienso. Sal, pues, del santuario, porque estás prevaricando, y eso no te dará gloria de parte de Yahveh Dios'.


La cólera de Yahveh se encendió contra Israel y los entregó en manos de salteadores, que los saquearon, y los dejó vendidos a sus enemigos de alrededor, sin que pudieran ellos resistir a sus enemigos.


Barac le contestó: 'Si vienes tú conmigo, iré, pero si no vienes conmigo, no iré'.


Pero entonces, una mujer lanzó sobre la cabeza de Abimélec una muela de molino y le fracturó el cráneo.


Él llamó de inmediato a su joven escudero y le dijo: 'Saca tu espada y remátame, para que nadie diga de mí: 'Una mujer lo ha matado''. Su escudero lo traspasó, y él murió.


Por eso, éste es el oráculo de Yahveh, Dios de Israel: yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre caminarían en mi presencia por siempre. Pero ahora -oráculo de Yahveh-, ¡lejos de mí tal cosa! Porque yo honro a los que me honran y desprecio a los que me desprecian.


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